Cuando salió a la luz pública (en diciembre del 2005) el caso de Pilar Elías, la edil del PP y viuda de Ramón Baglietto que tiene que sufrir que uno de los asesinos de su marido, Cándido Azpiazu, haya abierto un negocio debajo de su casa, en Azkoitia (Guipúzcoa), todo el mundo se escandalizó. La Audiencia acordó en enero el embargo de los bienes del etarra porque, pese a tener un negocio propio, no paga la indemnización a la familia.