El presidente de Vox, Santiago Abascal, cree que el PP «debería dejar de disimular» y «ponerse de acuerdo con el PSOE y Ciudadanos», ya que «comparten temas como la Memoria Histórica, la ideología de género, defensa de las autonomías y políticas migratorias». Lo dijo ayer en rueda de prensa, en la que se desmarcó de «cualquier mayoría» pues «la gobernabilidad no es responsabilidad de Vox, es de otros», explicó, tras asegurar que «Vox votará en contra de cualquier gobierno integrado o liderado por el PSOE».

Abascal admitió que de la gobernabilidad de España, «de si se forma un frente popular liderado por Pedro Sánchez con los partidos separatistas, o si el PSOE pacta con el PP y Cs», depende la evolución de los acontecimientos en Cataluña, dijo, aunque, eso sí, pidió más policía «para que no se admitan manifestaciones ilegales que cortan carreteras». «La principal urgencia es exigir la restauración del orden constitucional en Cataluña» ante «un golpismo totalmente impune», añadió.

Fue aludiendo a Cataluña como comenzó una rueda de prensa convocada para explicar el análisis que la formación de extrema derecha hace de sus resultados, «absolutamente extraordinarios», dijo Abascal aludiendo al 38 por ciento de voto en Murcia, el 20 por ciento en Andalucía y el nacimiento de «el cinturón verde de Madrid».

Una de sus conclusiones más llamativas es la seducción de 300.000 exvotantes del PSOE, según calcula. «Hemos vuelto a penetrar en el electorado socialista -dijo Abascal- por nuestra defensa de la unidad nacional, porque mucha gente que vive en barrios modestos está conviviendo con los problemas de la inmigración, y por nuestra defensa de la igualdad de derechos en todo el territorio nacional frente al Estado de las autonomías».

Dos veces alardeó de sus resultados en Cataluña, «superiores a los de Ciudadanos y a los del Partido Popular», lo que le permite anunciar que Vox se presentará a las elecciones catalanas como «principal alternativa al separatismo». El 10-N, Abascal denunció que a «España la pisotean países socios que se permiten el lujo de no entregar a los golpistas». Preguntado ayer por este diario sobre cómo convencería a jueces extranjeros de que entreguen a Puigdemont, propuso: «España debería salirse de la euroorden, decirles a los países que se niegan a entregar delincuentes que ningún delincuente que reclamen les será entregado si no hay correspondencia».

‘Criminalización’

El líder de Vox volvió además a denunciar a la prensa; incluso a la conservadora. «Tenemos potencia en redes sociales, que permiten comunicar con la gente sin la distorsión sistemática de nuestro mensaje», explicó sin óbice para una queja: «Hemos observado cómo por los medios de la derecha se ha procedido a una culpabilización brutal de los votantes de Vox, a los que poco menos se culpa de la victoria de Pedro Sánchez. Y por los medios progres, una criminalizacion sin compasión y desatada. Responsabilizamos a los medios de cualquier amenaza contra nuestras familias como consecuencia de la criminalizacion sistemática».