El informe provisional de la comisión de expertos del Ejército que encabeza el general de brigada Enrique Pina Díaz señala que el helicóptero sufrió un primer golpe contra un montículo, se desestabilizó y cayó un poco más allá, en la ladera del promontorio, donde estalló y se incendió. Entre el primer golpe y el derrumbe transcurrieron unos diez segundos.

Las fuentes militares consultadas consideran definitivamente descartado que el Cougar hubiera sido víctima de un ataque. Por el contrario, confirmaron que al realizar un vuelo táctico, a menos de diez metros de altura, y al ir al máximo de su capacidad de transporte, con cinco tripulantes y 12 soldados con su impedimenta al completo, el piloto no pudo recuperar el control del aparato cuando se vio sorprendido por una fuerte racha de viento al asomarse al valle de la riera desértica en el que cayó. El golpe de viento desestabilizó el helicóptero, que golpeó el suelo con el tren de aterrizaje posterior y perdió el rotor de cola. Instantes después, se precipitó 50 metros más allá.

VIAJE DE ALTO RIESGO Ese Cougar y los otros dos volaron el 8 de mayo desde Kabul hasta Herat, bordeando la cordillera del Indo Kush. Fue un viaje de alto riesgo por la zona talibán. En seis horas cubrieron 950 kilómetros sin novedad.