El aún presidente de la Diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, fue puesto en libertad ayer con cargos tras prestar declaración ante el juez. El político socialista fue detenido el miércoles por posibles irregularidades en contratos de alta dirección en una operación que Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana y secretario general del PSPV, descartó que tenga relación con una posible financiación irregular del partido.

Fuentes judiciales confirmaron que en estos momentos la causa no está centrada en las cuentas del PSPV sino solamente en la creación en Divalterra, una empresa de la corporación provincial, de una cúpula directiva alternativa, aparentemente irregular tanto por el sistema de elección como por su condiciones laborales, incluidas sus retribuciones, que rozarían los 80.000 euros anuales.

«La cuestión está circunscrita a lo que al parecer está. He leído en algún sitio que se hablaba de financiación ilegal del partido socialista y me parece increíble», señaló Puig en referencia a las informaciones que hablan de una línea de investigación para ver si parte del dinero cobrado llegó al partido mediante cuotas.

«Las aportaciones de los miembros del partido y de otros partidos son perfectamente legales y forman parte de la legislación vigente y de la vida interna de los partidos. No hay ningún tipo de financiación ilegal», aseguró.

Puig confirmó que Rodríguez fue suspendido de sus cargos orgánicos y que presentarán un nuevo candidato (Toni Gaspar) a la presidencia de la diputación, que ahora tendrán que consensuar con sus socios de gobierno. También apuntó que aún no ha hablado con él y que por tanto no sabe si dimitirá de su cargos institucionales, pues además es alcalde de Ontinyent.

Respecto a esa decisión del partido, admitió que se trata de «una acción preventiva porque hay una alarma social evidente y hay que ejemplarizar nuestras acción política».