La Xunta de Galicia quiso el lunes sumarse a los actos de celebración del Día de la Mujer Trabajadora, y eligió hacerlo con "un pequeño toque festivo" y "un punto de ironía". Eso es, al menos, lo que afirmó el consejero de Economía del Gobierno gallego, Javier Guerra (PP), quien, para expresar el "compromiso" del Ejecutivo autonómico con la causa de la igualdad, aceptó disfrazarse de ama de casa, con falda rosa, sombrero, bolso, mocho y plancha, hecho con globos. La estampa provocó un aluvión de críticas de los socialistas y los nacionalistas del BNG, y llevó ayer a la portavoz del PSOE en el Senado, Carmela Silva, a exigir al PP que se disculpe por "tomarse a chiste" el día de la mujer.

El discutido acto institucional tuvo lugar en la compostelana plaza del Obradoiro, delante del Pazo de Raxoi, sede de la Xunta. Allí, el ilusionista Willy Monroe protagonizó un espectáculo destinado a ilustrar un nuevo reparto de los roles tradicionales asociados a hombres y mujeres. Para ello, y con la ayuda de hinchables, disfrazó a la consejera de Trabajo, Beatriz Mato, con un sombrero de copa, una corbata, un maletín y unas herramientas; a Javier Guerra, en su papel de mujer, le tocaron una fregona y una plancha.

La portavoz de igualdad del PSdeG, Silvia Fraga, tachó el acto de "payasada" y subrayó la "desafortunada" representación "de los estereotipos de género" cuando el objetivo "es justamente su desaparición". La responsable de políticas de igualdad del BNG, Ana Pontón, censuró la "frivolidad sin precedentes" del acto.

La portavoz socialista en el Senado, Carmela Silva, reclamó ayer a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal que se disculpe por la imagen "bochornosa" y "deplorable" que la Xunta proyectó el Día de la Mujer.