Convergència i Unió aportó ayer su granito de arena al tótum revolútum en que se ha convertido la política española al condicionar su apoyo a una hipotética moción de censura a Mariano Rajoy a que el programa alternativo de gobierno que se presente incluya la celebración de la consulta de autodeterminación de Cataluña. Así lo decidió la ejecutiva de la federación en una reunión a la que no asistió el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que se encontraba en Madrid. "Ahora se lo explicaremos", comentó en la rueda de prensa posterior el alcalde de Barcelona y secretario general adjunto de CiU, Xavier Trias.

El dirigente nacionalista, quien reveló que "algunos grupos políticos" el PSOE ya han contactado con ellos para pulsar su opinión, evitó responder directamente si el caso Bárcenas no es motivo suficiente por sí solo para apoyar una moción de censura que es simbólica ya que el PP tiene mayoría absoluta. Fiel a lo acordado, insistió en que la federación no puede respaldar una iniciativa de este tipo si no se apuesta por el derecho a decidir. Y, aparte de esa idea, se limitó a secundar las palabras del presidente catalán Artur Mas instando a Rajoy a "dar explicaciones" por "muy difícil" que sea. "Nosotros no pedimos la dimisión de nadie", agregó. En la memoria de CiU quedan sus críticas a los partidos que exigieron la dimisión de Oriol Pujol imputado por el caso ITV .

Menos reparos tuvo ERC en reclamar el cese de todo el Ejecutivo central, informa Jose Rico. La portavoz republicana, Anna Simó, no estableció vínculos con la consulta y centró su mensaje en arremeter contra el PP. "Estaremos ante un golpe de Estado político si se confirman las revelaciones de Bárcenas, manifestó Simó, que pidió elecciones anticipadas. Una solución que, vistos los sondeos, le iría muy bien a Esquerra.

Por su parte, el ecosocialista Joan Herrera llamó a CiU, el PSC y ERC a liderar con ICV la moción de censura.