José Luis Rodríguez Zapatero se empleó a fondo, ayer en Cornellá (Barcelona), en su lucha contra la abstención y el no en el referendo del próximo domingo sobre la Constitución europea. El presidente del Gobierno evidenció que es consciente de que, el principal enemigo de los socialistas es la abstención.

En Cataluña, para más inri , el voto negativo está promovido por dos fuerzas con una fuerte incidencia electoral, como ERC e ICV-EUiA, que además apoyan al PSOE en el Congreso. Este factor hizo que en las escasas críticas que Zapatero hizo sobre los partidarios del no , no aludiera a unas siglas en concreto.

"A LA PRIMERA" Zapatero esgrimió más razones para convencer al electorado de la necesidad de "votar ". Explicó que le gusta sacar adelante las cosas al primer intento: "A la primera gané el congreso del PSOE, a la primera gané las elecciones generales y tan pronto pude saqué a las tropas españolas de Irak".

Zapatero no se limitó a combatir el no . También luchó contra la abstención. Pidió una asistencia masiva a las urnas, evidenciando así haber captado los mensajes que a lo largo de ayer enviaron diversos dirigentes del PP, que en sus declaraciones advirtieron de que una participación inferior a la de las últimas elecciones europeas debería interpretarse como una descalificación del presidente.

"La votación no es un trámite, es un acto decisivo" advirtió Zapatero, quien señaló que "no es lo mismo que la apuesta europeísta tenga un respaldo fuerte o que no lo tenga". En este sentido, reclamó un voto "masivo" porque la nueva Constitución europea "tendrá más fuerza si tiene detrás la firma de millones de ciudadanos".

"TARDE Y MAL" El secretario general del PSOE rechazó las críticas de quienes afirman que no era necesario ser el primer país de la UE en convocar el referendo. "En este país siempre hemos llegado tarde y mal a todo", dijo, para añadir que ha de acabarse el estar "siempre pendiente de lo que hagan los otros".

A juicio del presidente del Gobierno, quienes se han mostrado partidarios de retrasar el referendo "tienen un problema de desconfianza en los ciudadanos de España". "Es algo que ha ocurrido durante muchos siglos por parte de las élites y los poderosos", remachó el líder del PSOE.

La preocupación con que los socialistas atienden la jornada del domingo se evidenció con la elección del escenario del mitin de ayer. Nada más alejado del tradicional Palau Sant Jordi de Barcelona que el polideportivo del barrio de Sant Ildefons de Cornellá. Ni al más optimista de los socialistas se le pasó por la cabeza llevar a más de 17.000 personas al coliseo barcelonés.

Los responsables de la campaña optaron por Cornellá, la ciudad de la que fue alcalde el ministro de Industria, José Montilla, y situada en una zona donde el socialismo tiene una mayor implantación. El éxito estaba aquí asegurado e incluso, con más de 1.500 asistentes, superó las previsiones de los organizadores, pero éstos eran conscientes de que una cosa es lograr el respaldo de sus fieles y otra, más difícil, será motivar la del electorado en su conjunto.