El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, compareció ayer en el palacio de la Moncloa para enviar tres mensajes. A ETA le advirtió de que no tiene nada que hacer porque "ya está vencida por la democracia". "La democracia --añadió-- no admite retos de los que se enfrentan a sus principios". El segundo mensaje iba dirigido a los partidos, a los que reclamó unidad para acabar con la "lacra" que golpea a este país desde hace décadas. El presidente hizo esta apelación después de haber hablado por teléfono tanto con el líder del PP, Mariano Rajoy, como con el lendakari, Juan José Ibarretxe.

Y ante los ciudadanos se comprometió a que los asesinos del exconcejal socialista Isaías Carrasco sean detenidos, juzgados y condenados. "El Gobierno manifiesta con toda rotundidad que quienes han participado en este asesinato pronto acabarán siendo detenidos y puestos a disposición de la justicia, para que cumplan rigurosamente la condena que merecen por la atrocidad que han cometido", garantizó.

El presidente, una hora y media después de llegar a la Moncloa procedente de Málaga, donde había recibido la noticia del atentado, leyó su declaración institucional en presencia de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Zapatero, como ha venido reiterando Rubalcaba durante toda la campaña, reconoció que los terroristas pueden actuar en cualquier momento: "Sabíamos que ETA podía aún causar daño y dolor irreparables a los españoles. Han añadido una víctima más a su larga lista de ignominia".

MENSAJE A LOS ABERZALES Además, el presidente quiso también avisar a la izquierda aberzale, ya sea a la ilegalizada Batasuna o a los suspendidos Acción Nacionalista Vasca (ANV) y Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en euskera), de que el Ejecutivo no va a ceder en su firmeza. "El Gobierno perseguirá con todos los instrumentos del Estado de derecho a los terroristas, a quienes les prestan apoyo y a quienes avalan y justifican sus acciones. Y pondrá toda su determinación y todos los medios para continuar perseverando en favor de las vidas y de la libertad de todos los españoles", añadió el dirigente.

El jefe del Ejecutivo, obligado por el atentado a abandonar el papel de candidato del PSOE y a recuperar el papel institucional, acusó a la banda de intentar condicionar las elecciones de mañana. "Los terroristas han querido interferir en la pacífica manifestación de la voluntad de los ciudadanos convocados a las urnas", reconoció, antes de mostrarse convencido de que la banda no conseguirá su objetivo.

Diversos dirigentes del PSOE remarcaron que la manera de replicar a la violencia terrorista es con una respuesta masiva en las urnas. El secretario de organización, José Blanco, fue el más contundente: "Después de este atentado, tenemos que responder a los tiros con votos. Pido que todo el mundo responda como se responde en democracia".

En términos similares se expresó el también socialista y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) Pedro Castro, quien apeló a responder mañana a los terroristas. Castro remarcó que "solo ejerciendo el derecho a expresar libremente nuestras opiniones se podrá combatir a los desalmados de las pistolas".