José Luis Rodríguez desveló ayer cuál será su primera iniciativa si gana las elecciones del 9-M: llamar "al día siguiente" a los sindicatos y la patronal para firmar, "en el menor tiempo posible", un nuevo acuerdo social en favor del empleo estable y la formación profesional. El presidente del Gobierno hizo el anuncio durante un mitin en Santander, en el que aireó su condición de "patriota de verdad" y presentó al PP como un partido "clasista" y "vengativo" que basa su estrategia en "dividir y enfrentar".

Zapatero reprochó a Mariano Rajoy que, tras atacar durante cuatro años la política antiterrorista del Ejecutivo y denunciar el supuesto fortalecimiento de ETA, guarde ahora silencio tras la detención de los últimos integrantes del comando que atentó contra la T-4 de Barajas. "Ni siquiera ha mostrado su apoyo a los cuerpos de seguridad", dijo.

CONVOCATORIA INMEDIATA Pese a algunas encuestas que pronostican unas elecciones muy reñidas, el líder del PSOE expresó su convicción, ante los cerca de 5.000 fieles que acudieron a escucharle, de que el partido ganará los comicios con una "amplia mayoría". Dejó claro que, en tal caso, no esperará hasta la investidura para actuar, sino que convocará de inmediato a CCOO, UGT y la patronal CEOE.

La urgencia del presidente en convocar a los agentes sociales tiene especial significado en un momento en que se ciernen nubarrones sobre la economía española. Sin embargo, Zapatero eludió cualquier referencia a un empeoramiento de la situación económica e inscribió la apresurada cita en su deseo de llevar ena España a las "más altas cotas de progreso económico, de libertades y de derechos sociales que haya tenido en su historia".

Para el líder socialista, una hipotética victoria del PP daría al traste con esas metas e instauraría un clima de "crispación" y "división". Dijo que su objetivo es que "nadie empuje a los españoles contra los extranjeros, a los heterosexuales contra los homosexuales, a los castellanos contra los catalanes, al público contra los artistas o a los católicos contra los que no lo son".

NO A LA XENOFOBIA El jefe del Ejecutivo garantizó "un país abierto, donde nadie imponga nada", en clara alusión a la reciente ofensiva de la Iglesia contra algunas leyes. A las duras propuestas del PP contra la inmigración, replicó: "Legalidad, toda; xenofobia, ninguna".

En su visita a Santander, Zapatero almorzó con el presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Angel Revilla, que le confesó que votará por él.