José Luis Rodríguez Zapatero hizo gala ayer del optimismo que le caracteriza y aseguró que, pese al grave incidente con Venezuela, la Cumbre Iberoamericana ha tenido aspectos "positivos". "Lo bueno es que hablé con José María Aznar por primera vez después de la noche electoral", señaló en la presentación del libro Madera de Zapatero. El presidente reveló que, como hacía tanto tiempo que no hablaban, le había propuesto verse "algún día". Después, en una conversación informal con periodistas, aclaró que realmente tiene la intención de citarle en la Moncloa, aprovechando que el expresidente Aznar ha roto el hielo.

La pretensión del jefe del Ejecutivo, según explicó, es normalizar la situación, de forma que un presidente y su predecesor puedan tener una relación institucional, pese a que las críticas de Aznar son aún más despiadadas que las del lider actual del PP, Mariano Rajoy. Zapatero, que no precisó cuándo tiene previsto convocar al presidente de la FAES, dijo que no piensa hacer público el encuentro.

Previamente, durante su intervención en el libro en el que Suso de Toro hace un retrato amable de su persona, resaltó que la conversación con Aznar había sido "agradable". En tono distendido, explicó que estaba tan sorprendido de que le llamara que incluso pidió a su secretaria que le confirmara si era cierto que el el expresidente le buscaba. Una vez al teléfono, subrayó, le dijo "qué tal, Aznar", lo que provocó las risas de los presentes.

En la charla, según Zapatero, Aznar le agradeció su defensa, a lo que el jefe del Ejecutivo le respondió que sus "principios" no le permiten que en una cumbre se descalifique a un expresidente. Asimismo, Zapatero justificó la intervención del Rey, abroncando a Hugo Chávez, con el argumento de que la intención del jefe del Estado era ofrecerle su "apoyo para que se dejara hablar a España".

Por último, el presidente resaltó que Juan Carlos "borda" su papel institucional y reveló que no había tenido constancia de la repercusión de la intervención real hasta que al regresar a España su hija mayor le espetó la célebre frase del monarca: "¡Por qué no te callas!" El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que "España dio una respuesta adecuada a una actitud inadecuada del presidente de Venezuela", y añadió que ahora hay que "recuperar el terreno perdido" y las buenas relaciones.