Más coincidencias que acuerdos es lo que hubo el viernes en la Moncloa entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El presidente coincidió con el líder del PP, por ejemplo, en la necesidad de blindar los estatutos de modo que su modificación exija el apoyo de una mayoría cualificada en las Cortes, y no, como ahora, de la mitad más uno de los parlamentarios. Pero, según fuentes oficiales, Zapatero apostó por cambiar primero los estatutos y luego impulsar una revisión legal que, en la práctica, daría a PSOE y PP el derecho de veto en reformas territoriales.

ETAPA DE ESTABILIDAD Las reformas estatutarias que se acometan durante esta legislatura deberán ser el prólogo de "una larga etapa de estabilidad institucional", según un alto cargo del Ejecutivo. Con esta meta, el presidente estima útil introducir más adelante en la legislación una cláusula de seguridad a fin de impedir que, una vez cerrado el proceso de reformas, la aritmética parlamentaria aboque a un futuro Gobierno a revisar el marco territorial para satisfacer a sus socios.

De acuerdo con el artículo 147.3 de la Constitución, la reforma de los estatutos "requerirá, en todo caso, la aprobación por las Cortes Generales, mediante ley orgánica". Traducido en números, el consenso exigido para estas reformas es de sólo 176 diputados, la mayoría absoluta del Congreso.

Sin embargo, la mayoría de los estatutos sí requieren para su reforma un consenso de dos tercios en el Parlamento autonómico. Condición que, en su encuentro con Zapatero en la Moncloa, Rajoy propuso extender a todas las cámaras autonómicas y, sobre todo, a las Cortes Generales.

"No vamos a cambiar las reglas de juego a mitad del partido", garantizan altos cargos del Gobierno y del PSOE en sintonía con la contestación que Zapatero dio a Rajoy. Eso sí, según fuentes oficiales el presidente le comunicó su disposición a ampliar el consenso necesario para modificar los estatutos cuando finalice el actual proceso de reformas.

Aunque algunos miembros del Gobierno diagnostican que para ello sería necesaria una reforma de la Constitución, otros apuntan que el inciso del artículo 147.3 --"requerirá, en todo caso..."-- permitiría ampliar los requisitos para cambiar los estatutos si la reforma se tramitase mediante una ley orgánica.

CONVENIENTE Zapatero, en todo caso, se comprometió ante Rajoy a que el PSOE buscará el consenso con el PP para estas reformas como si su apoyo fuera "imprescindible", y no sólo "conveniente". Una promesa con la que, según precisaron ayer fuentes socialistas, quiso cortejar al presidente de los populares para atraerle al diálogo sobre el modelo de Estado, sin que ello suponga entregarle la llave para decidir qué reformas prosperarán y cuáles no.