El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reconocido que la decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de nacionalizar los hidrocarburos, plantea un problema pero ha rechazado que vaya a afectar a la ayuda al desarrollo que España destina a ese país. Zapatero ha hecho incapié en que el Gobierno hará un esfuerzo político y diplomático ante el panorama abierto con la decisión, máxime tratándose de un país de la comunidad iberoamericana Zapatero se ha referido a la decisión del Gobierno boliviano en una conversación informal con periodistas tras participar en el acto celebrado en el Ateneo de Madrid con motivo del 75º aniversario de la Federación de Enseñanza de UGT (FETE-UGT). El jefe del Ejecutivo ha dicho que hay que esperar a conocer la evolución de los acontecimientos pero ha insistido en que la decisión de Morales puede plantear problemas y ha hecho hincapié en que "el pueblo boliviano va a tener siempre a España a su lado más allá del conflicto puntual". Conversación con Morales El jefe del Ejecutivo espera mantener una próxima conversación con Morales para analizar la situación generada con su decisión y no descarta que ambos puedan mantener una entrevista en Viena la próxima semana con motivo de la cumbre UE-América Latina y Caribe que se celebrará en la capital austríaca. Zapatero ha aseverado que "en absoluto" va a verse afectada la ayuda al desarrollo que España destina a Bolivia. Además, ha asegurado que su Gobierno defenderá los intereses de las empresas españolas y ha subrayado la necesidad de que la presencia de Repsol en Bolivia sea beneficiosa para la propia empresa y para el país. Envío de una delegación política El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, habló anoche con el presidente de Bolivia, Evo Morales, con el que acordó enviar "en los próximos días" una delegación política y técnica a este país para analizar la nacionalización de los yacimientos de hidrocarburos. Así lo ha confirmado el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, en declaraciones a la Cadena SER recogidas por Efe, en las que ha recalcado que el Gobierno actuará "con firmeza y prudencia" ante esta decisión aunque, ha advertido, la "pelota está en el tejado boliviano". El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó el lunes pasado una drástica nacionalización de los hidrocarburos, con la ocupación militar de campos y refinerías, y conminó a las petroleras a firmar nuevos contratos en 180 días o irse del país. La medida afecta a la filial Andina de Repsol-YPF. La mayor firmeza El secretario de Estado de Asuntos Exteriores ha explicado que "hay un margen de cuestiones para decidir" en este plazo de negociación de 180 días, y ha destacado que "ahí es donde el Gobierno va a actuar con la mayor firmeza". Ha confirmado que Moratinos mantuvo anoche "muy tarde" una conversación telefónica con el presidente de Bolivia "en la que se acordó" que España enviará "una delegación política y técnica" a este país. "Lo que conocemos no pinta bien pero esperamos que el proceso pueda permitir a las empresas mantenerse en Bolivia de una manera razonable", ha dicho León, que ha asegurado que esta decisión ha creado un "panorama de cierta confusión" y que se ha adoptado "con unas formas que no son adecuadas" para la comunidad inversora internacional. Contactos de máximo nivel de Zapatero El secretario de Estado ha dicho que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha mantenido contactos "al más alto nivel y desde el primer momento" con los Gobiernos de Brasil, Argentina y Venezuela, además de estar permanentemente informado por los ministerios afectados por esta decisión del Gobierno boliviano.