Sin grandes alharacas, ni de disgusto ni de satisfacción, acogió ayer el Gobierno central la rupturista propuesta con la que el tripartito catalán pretende redefinir el sistema de financiación de Cataluña. Aunque la consigna oficial era dar largas a este debate y remitirlo a una futura negociación entre las 15 autonomías de régimen común, fuentes oficiales adelantaron que el Ejecutivo no aceptará que el Estatuto recoja esta propuesta fiscal con el fin de blindar la mejora de la financiación catalana.

La propuesta del tripartito contempla que la Generalitat recaude todos los impuestos en Cataluña y cede una parte del rendimiento al Estado para los gastos comunes, que en ningún caso superará al 50% de los tributos compartidos. También se negociará una aportación a la solidaridad, pública y limitada. "Es formidable, la mejor propuesta que nunca antes haya hecho Cataluña", dijo de ella, el presidente catalán, Pasqual Maragall. CiU la aceptó como punto de partida desde el que comenzar a negociar, siempre que sea "al alza". Su concurso es imprescindible para que el Parlamento catalán pueda aprobar la propuesta.

LA POSTURA EXTREMEÑA El presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se mostró seguro de que Cataluña no va a conseguir lo que pretende en cuanto al nuevo sistema de financiación. El presidente extremeño señaló que la propuesta catalana es repetición de lo que ha demandado siempre, y agregó que "no me importa lo que diga Cataluña, sino lo que diga el Gobierno" y, en este sentido, apoyó las declaraciones realizadas por el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

Además, añadió que "nos tiran una bomba, pero lo que ha estallado es un petardo". Para Ibarra, lo que se pretende con la propuesta del Ejecutivo catalán es hacer calar la idea de que Cataluña necesita dinero. El dirigente extremeño se preguntó si esta falta de dinero se debe a que "lo han gastado mal o es que les engañaron cuando se negoció el modelo de financiación" actualmente vigente.

En este sentido, comentó que todas las comunidades "y no solo la catalana", necesitan más recursos, y concluyó apuntando que desde aquella comunidad siempre se ha aspirado a tener un sistema similar al cupo vasco.

Por su parte, el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, indicó que "a la espera de estudiar el asunto con más detenimiento, nos parece tranquilizadora la respuesta del presidente del Gobierno y del vicepresidente, señor Solbes". Sánchez Amor comentó que se verá la propuesta cuando esté sobre la mesa, aunque añadió irónicamente que "nuestro entusiasmo es perfectamente descriptible", informa César Peguero.

El presidente del PP extremeño, Carlos Floriano, consideró "absolutamente inadmisible" el modelo catalán. Floriano, aseguró que ha asistido "atónito" a la presentación de una propuesta que calificó de "insolidaria" y de la que dijo que es todo lo contrario de lo que defiende tanto la Constitución Española como la Unión Europea.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, lleva semanas negociando con la Generalitat esta iniciativa y su eventual encaje en la reforma estatutaria.