Nunca más". La frase la pronunció José Luis Rodríguez Zapatero y al instante se convirtió en un clamor coreado por las 4.000 personas que le escuchaban en el pabellón de As Travesas, en Vigo. El "nunca más" del presidente del Gobierno, que hizo historia en Galicia tras la catástrofe del Prestige , se convirtió ayer en una apelación de los socialistas para que los gallegos pierdan "el miedo" al PP y acudan a votar el 19-J en libertad, por el cambio y en clave de futuro. "Los votos se piden, se ganan y se merecen, pero no se roban", lanzó Zapatero, dirigiéndose al partido de Manuel Fraga y Mariano Rajoy.

El presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, instó hace días a los alcaldes de su partido a buscar votos hasta debajo de las piedras, aunque los tuvieran que "robar". Y Zapatero, dispuesto a asumir en esta campaña un tono más agresivo del habitual, para que el presidenciable del PSG-PSOE, Emilio Pérez Touriño, pueda ofrecer una imagen alejada de los ataques del PP y más institucional, no lo dejó pasar.

"Lo que diferencia al súbdito del ciudadano es el voto. La España en la que se robaban los votos está en la historia, en el atraso; dad el vuestro a quien os respeta, no a quien os desprecia", pidió un Zapatero que ayer estuvo acompañado por la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Salgado, viguesa para más señas.

EL TACO DEL "ESTRIBILLO" Zapatero, metido a fondo en su papel, quiso ser diáfano como el agua. Por eso fue directo a otro de los "estribillos en forma de canción" entonados por Baltar estos días, que definió como "la esencia del proyecto popular en Galicia": "Si no eres del PP, te j...". No completó el taco, porque, dijo, los socialistas tienen que ser personas "elegantes en la tierra de Rosalía de Castro", aunque el público sí lo hizo. El líder del PSOE dejó claro que se refería al caciquismo que los socialistas denuncian que practica el partido de Fraga en Galicia.

"Detrás de este estribillo hay cosas tan duras --añadió-- como ésta: si pides una beca y no eres del PP, ya sabes; si te presentas a una oposición o tu pueblo necesita una carretera y no eres del PP, ya sabes". Y arrancó otra ovación al rematar: "Esto se va a acabar para siempre el 19 de junio".

CLON DEL LIDER DEL PSOE El intercambio de papeles entre Zapatero y Touriño quedó claro hasta en la vestimenta. Ambos lucían pantalón color crema, camisa blanca sin corbata y el cuello desanudado, americana azul y cinturón marrón. Touriño, pese a que los propios socialistas admiten que aún está lejos de tener el gancho del presidente, parecía un clon de Zapatero. También en su discurso, que trufó de promesas y garantizó responder "a la palabra dada" en el caso de llegar a la Xunta.

Entre otros compromisos, asumió el de trasladar la Consejería de Pesca a Vigo, por el peso que allí tiene este sector, o intentar acabar con los 2,60 euros de peaje que los vigueses deben pagar cada vez que se trasladan a la vecina Pontevedra por autopista, después de que el PP la privatizara. Zapatero, en su posterior intervención, ofreció toda la ayuda de su Gobierno para eliminar ese pago y para impulsar las infraestructuras en Galicia.

Aunque Fraga sigue insistiendo en el peligro de desmembración de España en el caso de que en Galicia se instale un Gobierno de PSG y BNG --siguiendo la estela de Cataluña y Euskadi, remachan los propagandistas populares-- Touriño continuó fiel a su papel y se permitió una sola alusión a su rival, y en clave positiva. Le pidió a Fraga que, "por respeto a su país y a sí mismo", se retire "con dignidad y no con amenazas". Punto y aparte.

Zapatero enumeró sus promesas cuando aspiraba a la Moncloa y presumió de haberlas cumplido. Fue su argumento para pedir el voto para Touriño.