José Luis Rodríguez Zapatero está empeñado en revestir de ribetes históricos su discurso de mañana en el pleno del Congreso que votará la admisión a trámite del Estatuto catalán. De ahí que ayer la Moncloa adelantara que, además de enfatizar su apuesta por "una actitud constructiva de diálogo", el presidente del Gobierno avanzará "propuestas concretas" sobre los "temas que preocupan" de la propuesta. Zapatero no desvelará todas las incógnitas, pero sí ofrecerá alternativas para limar puntos candentes, como la denominación de Cataluña o la filosofía del modelo de financiación.

"EL ZAPATERO MAS GENUINO" De la relevancia que Zapatero otorga al debate de mañana da fe el hecho de que, por vez primera, ayer encargó al secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, que convocara a la prensa en la Moncloa para ir preparando el terreno. El flamante portavoz gubernamental insistió mucho en que el presidente está redactando su discurso "personalmente", e incluso pronosticó que mañana se verá en la tribuna "al Zapatero más genuino". Para desentrañar el significado profundo de este vaticinio habrá que esperar a que tome la palabra.

Como consigna general, Moraleda dijo que el jefe del Ejecutivo formulará un "discurso integrador" que refuerce la "cohesión". En contraposición al PP, añadió, Zapatero apostará por "el sosiego frente al insulto" y por "el diálogo frente al tremendismo". Desde el respeto a la "legitimidad" del Parlamento catalán para enviar un proyecto que, como subrayó Moraleda, no entraña una reforma de la Carta Magna, el presidente defenderá también la soberanía de las Cortes para dotar al texto del "máximo rigor constitucional".

Al agrupar los aspectos de "difícil constitucionalidad" que el Gobierno detecta en el Estatut, el secretario de Estado citó cuatro bloques: la apelación a la reforma de leyes orgánicas; la defensa de la "unidad de mercado"; la financiación --"el Estado no puede hacer dejación de determinados impuestos de titularidad propia"--; y la "bilateralidad" de las relaciones entre la Generalitat catalana y el Gobierno central. Aspectos en los que Zapatero marcará las "líneas rojas" que el Ejecutivo no está dispuesto a traspasar, y que en ocasiones compaginará con propuestas "en positivo" a negociar durante la tramitación parlamentaria.

En este clima, ayer, el primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, lanzó duros reproches a CiU por mantener pactos municipales con el PP, "un partido que siembra el odio contra Cataluña y los catalanes". A dos días del debate de toma en consideración del Estatuto en el Congreso, Montilla preguntó a Mas "hasta cuándo" tendrá al PP de socio.

Por su parte, Gaspar Llamazares dijo que mañana respaldará inequívocamente la tramitación del proyecto de Estatut.