Ya le habría gustado a José Luis Rodríguez Zapatero sentir el aliento que ayer le llegó de sus compañeros de filas en el Congreso hace solo cinco semanas, cuando anunció el tijeretazo de las pensiones y del sueldo de los funcionarios. El debate sobre la última cumbre de Bruselas y la posterior sesión de control al Gobierno se convirtieron, como es habitual, en un cara a cara entre el jefe del Ejecutivo y el líder del PP, Mariano Rajoy. Pero esta vez, después de más de un mes de encajar las críticas por el plan de ajuste, Zapatero salió con tanto nervio que neutralizó a Rajoy y se ganó el aplauso de los suyos.

Durante la primera parte del debate, el jefe del Ejecutivo tuvo que oír los balances negativos que todos los grupos de la oposición hicieron de su gestión como líder semestral de la Unión Europea (UE). "Ha sido una presidencia de bajo nivel", dijo Rajoy. Para Josu Erkoreka (PNV), Alemania ha ejercido una presidencia "fáctica" y para Josep Antoni Duran Lleida (CiU) Zapatero se ha llevado un "suspenso".

El presidente del Gobierno empezó asegurando que el balance era "satisfactorio" y capeó con cierta elegancia las críticas gracias, sobre todo, al éxito que se apuntó en la cumbre de la semana pasada, al conseguir que los Veintisiete aceptaran publicar los exámenes de resistencia de los bancos con el objetivo de aportar "transparencia". Con esta baza consiguió diluir la lista de fracasos y frustraciones de la presidencia (la política hacia Cuba, la anulación de la cumbres con EEUU, la petición del Eurogrupo para reducir el déficit...).

TRACA DIALECTICA En la segunda parte del debate, ya en la sesión de control, la pregunta de Rajoy le dio pie a Zapatero para la traca dialéctica final. El presidente del PP insistió en la crítica de que el jefe del Ejecutivo dice una cosa y su contraria --con la reforma laboral, con el sueldo de los funcionarios, con los impuestos, citó Rajoy-- y Zapatero se desembarazó con gracia. "Su discurso se reduce a criticarme a mí y pasar por alto todo, a no mojarse en nada y a vaguedades", declaró tras reclamarle que, si no le gusta su plan de ajuste, le diga qué recortaría.