José Luis Rodríguez Zapatero se mostró ayer convencido de que la ilegalización de Batasuna se hizo con todas las garantías y que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, aunque haya admitido a trámite una parte del recurso de Batasuna, acabará avalando las tesis del Ejecutivo. "Todo el proceso de ilegalización que se desprende de la ley de partidos es un proceso respetuoso con la legislación, con los valores democráticos y con los derechos humanos", aseguró Zapatero al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas.

El presidente reclamó que la decisión de Estrasburgo no se vincule a interpretaciones políticas. Respondía así al PP, que considera que la política antiterrorista del Gobierno ha podido influir en esta primera decisión del tribunal.

Más contundente se mostró la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, que directamente afirmó que "no pasa nada". El Ejecutivo interpreta que la admisión parcial del recurso de Batasuna no prejuzga la decisión final. En pleno debate sobre la ilegalización de ANV, De la Vega dejó claro que la ley de partidos sigue vigente.

"VICTORIA POLITICA" Mientras el Gobierno está convencido de que Europa le dará la razón, Batasuna expresó ayer una mezcla de prudencia y satisfacción. Su portavoz Pernando Barrena sostuvo que se trata de una "victoria política", al considerar que han logrado "sentar al Gobierno español en el banquillo de los acusados". El dirigente aberzale declaró que la decisión del tribunal deja "en tela de juicio" el carácter democrático de la ley de partidos. Destacó que únicamente se admiten a trámite el 1,5% de las demandas de este tipo y recordó que el 80% de los pronunciamientos acaban siendo favorables a los demandantes.

Barrena añadió que España "no podría hacerse la remolona" y no aplicar una hipotética resolución final favorable a Batasuna, ya que ello le situaría "en un nivel muy por debajo de Turquía y Estonia", países que han restituido los derechos de partidos ilegalizados.