En su discurso del martes, Zapatero lo dejó entrever. Y ayer aún fue más diáfano: un gobierno de coalición de los socialistas navarros (PSN) con los vasquistas de Nafarroa Bai (Na-Bai) no solo es posible; es probable e incluso deseable. Na-Bai, subrayó el presidente, es una fuerza "escrupulosamente democrática" sobre la que los populares han vertido "insinuaciones inaceptables".

Y el mensaje del líder socialista llegó alto y claro hasta Navarra. Los socialistas de la comunidad foral, liderados por Fernando Puras, decidieron finalmente apostar por un gobierno de progreso, encabezado por el mismo Puras y con el apoyo de Nafarroa Bai e Izquierda Unida. Los designios de Zapatero se cumplieron cuando afirmó en la Cámara que sería el PSN el que decidiría de acuerdo con "las ganas de cambio de los ciudadanos navarros" y descabalgaría del Ejecutivo foral a Unión del Pueblo Navarro (UPN), marca electoral del PP.

ASUMIR LAS CONSECUENCIAS Fue en su respuesta a la intervención en el debate de Uxue Barkos, portavoz de Na-Bai, cuando el jefe del Ejecutivo se mostró dispuesto a asumir las consecuencias que dentro de su partido --dividido en cuanto a este acuerdo-- y en la oposición conservadora pueden originar los pactos gubernamentales del PSN con la coalición integrada por PNV, EA y Aralar, escisión de Batasuna, que condena el terrorismo. Zapatero superaba así las diferencias de criterio de los barones socialistas y daba el espaldarazo a Puras para que actuara en consecuencia y optara por el cambio que piden la mayoría de ciudadanos de Navarra.

Mientras en el Congreso se sustanciaba el debate de la nación, en Navarra se cerraba otro no menos importante para el futuro de la comunidad. Tras un largo periodo de expectativa, el PSN daba la espalda definitivamente a la UPN del expresidente Miguel Sanz y optaba por el cambio político. El comité regional de los socialistas navarros (PSN), reunido desde las 19.30 horas, aprobó por 104 votos a favor y 1 en contra conformar un Gobierno bajo la presidencia de Fernando Puras, con el apoyo de los nacionalistas de Nafarroa Bai e Izquierda Unida de Navarra (IUN).

El comité del PSN delegó en el secretario general, Carlos Chivite, y en el candidato a la presidencia, Fernando Puras, la culminación de las negociaciones con los socios para configurar un Ejecutivo que "refuerce la convivencia desde la colaboración leal, el respeto a la pluralidad y con plenas garantías de estabilidad y gobernabilidad y la administración de los tiempos políticos".