José Luis Rodríguez Zapatero verá esta semana con más de 5.000 kilómetros de distancia los datos del paro, las críticas por su caótica manera de comunicar lo poco que ha querido desvelar de la reforma fiscal y las supuestas fracturas en su partido. El jefe del Ejecutivo participará hoy en una reunión de cambio climático en Nueva York, hablará el jueves ante la Asamblea General de la ONU y rematará su semana norteamericana con la cumbre del G-20 en Pittsburgh (Pensilvania).

En la jornada de cambio climático que ha organizado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Zapatero coincidirá en una mesa redonda con los gobernantes de Rusia, la India y varios países africanos. El presidente defenderá el liderazgo de España en las tecnologías bajas en carbono y apostará por aumentar la aportación de dinero a los países en desarrollo en proyectos asociados al cambio climático. En el 2007, el monto aportado por el Gobierno a este concepto fue de 100 millones y, en el 2008, el doble. Esta reunión, con la que Ban Ki-moon quiere espolear a los gobernantes cara a la cita de Copenhague, en la que se debe renovar el Protocolo de Kyoto, dará la oportunidad a Zapatero de coincidir con el presidente de EEUU, Barack Obama. Después coincidirá en Pittsburgh con los líderes mundiales y representará a España en el G-20.