Esta vez no le ha salvado ni el PNV. Los nacionalistas vascos dejarán solo al PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no tendrá más remedio que comparecer en el Congreso para explicar porqué ha incumplido el Estatut en materia de financiación, tal como reclamó el diputado de Iniciativa, Joan Herrera, con el apoyo de Esquerra. Mientras, el PP aprovechará la ocasión para reprocharle que si está metido en este "lío" es culpa suya, o sea, porque hace dos años permitió la aprobación de la Carta catalana.

Las maniobras de unos y otros evidencian, en definitiva, la soledad del PSOE. Además, son un aviso cara a la negociación de los próximos presupuestos del Estado. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, deberá aplicarse a fondo. Pero no solo él, porque el portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, también tendrá ocasión de medir sus habilidades parlamentarias para encontrar apoyos donde no los hay.

De entrada, porque este PP es más afable, por lo menos en las formas, y, sobre todo, porque el PSOE ha indignado a los partidos catalanes con su actitud respecto a la financiación. Un enfado que, más allá de las críticas de estas últimas semanas, se concretará el próximo día 20, cuando solo los representantes del PSOE rechazarán la petición de que Zapatero acuda al Congreso a explicar el fiasco de la financiación. CiU, aunque no firmó la petición de comparecencia, la apoyará. Y lo mismo harán los nacionalistas vascos.

El presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, se sumó ayer a las tesis de CiU para remarcar que la palabra de Zapatero "no tiene ningún valor" porque "no cumple" y, por ello, añadió, el presidente se está buscando "enemigos en todas las esquinas". Incluidos, según Egibar, los socialistas catalanes.

Pero el día 20 los cuatro representantes del PSC en la Diputación Permanente se alinearán con sus "compañeros" del PSOE y argumentarán que el Congreso no es el lugar en el que debe abordarse la negociación para repartir los recursos públicos. Otra cosa será el tono que utilicen en septiembre, cuando Zapatero acuda a dar la cara. Será un buen momento para comprobar si los socialistas catalanes trasladan su malestar al presidente también en sede parlamentaria o si prefieren rebajar la tensión y mantenerse en un discreto segundo plano al lado del PSOE.

OTRAS PETICIONES La Diputación Permanente también decidirá si comparece la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, tal y como también pretenden ICV y ERC, para que dé cuenta del "incumplimiento" del Estatut. Además, se votará la posible comparecencia de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega y otros cuatro ministros.