China y Japón son, respectivamente, la segunda y la tercera economía del mundo, después de Estados Unidos. Nada puede parecer más oportuno, por tanto, que el presidente del Gobierno visite ambos países cuando la solidez de la economía española ha sido cuestionada por los mercados y la prensa internacional.

José Luis Rodríguez Zapatero explicará a partir de mañana a los primeros ministros y a selectos auditorios empresariales de los dos gigantes asiáticos "las fortalezas" de la economía española y la "verdadera dimensión" de sus debilidades que, en ocasiones, "han sido exageradas", según avanzaron fuentes de la Moncloa. El título de la conferencia que pronunciará ante el Club Nacional de Prensa de Japón es suficientemente significativo: La economía española: reformas para crecer . Zapatero defenderá que, con los cambios impulsados por su Ejecutivo, España dará un nuevo salto adelante y recordará que las últimas décadas han sido una historia de "éxito". La Expo de Shanghái 2010 será la primera escala del viaje. Zapatero presidirá mañana la celebración del día de España en una muestra por la que el Ejecutivo ha apostado fuerte, al considerarla "una gran ocasión" para vender las excelencias de nuestro país a la región del mundo con mayor potencial de crecimiento en número de turistas, dada la buena salud de la que goza su economía.

OPERADORES TURISTICOS El próximo martes, el presidente rematará la faena en un almuerzo con operadores turísticos chinos. Las dos citas clave del periplo presidencial serán, sin embargo, los encuentros con el primer ministro chino, Wen Jiabao --que tendrá lugar el martes, en Pekín-- y con el primer ministro japonés, Naoto Kan --el próximo miércoles, en Tokio--.

El viaje oficial a Japón era una cita pendiente del Ejecutivo socialista. Desde que José María Aznar visitó ese país en 1997, ningún presidente español se ha asomado a la capital nipona. Zapatero suspendió el viaje dos veces, la primera de ellas por el atentado terrorista en la T-4 del aeropuerto de Barajas.

El Gobierno japonés quiere conseguir un aumento de las inversiones de las empresas españolas, muy inferiores a las de las multinacionales niponas en España, con cuyos representantes también se verá Zapatero.

El objetivo del Ejecutivo español es que las empresas japonesas sigan apostando por "una economía de futuro". En el terreno más simbólico, Zapatero será recibido el próximo jueves por el emperador Akihito, pocas horas antes de regresar a España.