En su primera intervención parlamentaria como reelegido presidente del PP, Mariano Rajoy abanderó ayer una ofensiva en cadena contra el Gobierno a cuenta de la desaceleración económica. El líder conservador acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de estar "muy despistado" y quedarse "en la cosmética" ante el problema, del que ayer mismo se conocieron nuevos datos negativos. El jefe del Ejecutivo mantuvo su estrategia de no pronunciar el término crisis , defendió las medidas que ha adoptado el Gobierno e insistió en que su "prioridad" seguirán siendo las políticas sociales.

El debate tuvo lugar durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. El cara a cara suscitaba interés no solo por el fondo, sino también por las formas, ya que el líder conservador había anunciado una nueva etapa política basada en el diálogo y la oposición constructiva. Rajoy fue implacable, pero sin incurrir en la agresividad que caracterizó su discurso en la legislatura pasada. Incluso se permitió una ironía sobre el nuevo clima que pretende impulsar, al espetar a Zapatero: "No lo critico. Tan solo le doy ideas".

"RESPETO" Con el turno de respuesta del presidente del Gobierno comenzó la bronca desde la bancada popular. "Habíamos oído de un nuevo tiempo, de un nuevo diálogo. De momento, mi grupo se conforma con el respeto". Los abucheos y carcajadas contra Zapatero no cesaron, aunque en ningún momento la sesión alcanzó los niveles de crispación de la época del viejo PP. En su segunda réplica a los ataques de Rajoy, el jefe del Ejecutivo también apeló a la ironía, en este caso para sugerir su tranquilidad ante la falta de un rival de envergadura. "Me siento satisfecho de seguir viéndolo ahí".

El enfrentamiento por la economía continuó con un cara a cara entre la portavoz popular, Soraya Sáenz de Santamaría, y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y con otro duelo verbal entre la diputada conservadora Ana María Madrazo y el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

"El Gobierno se ha quedado solo buscando sinónimos a la palabra crisis, mientras los demás estamos buscando soluciones", afirmó Sáenz de Santamaría. "Lo relevante no es cómo lo llamemos. Sabemos que tenemos unas dificultades serias, que estamos combatiendo y que lo haremos con éxito", respondió De la Vega.

RECETAS La polémica por el panorama económico tuvo otro escenario fuera del Parlamento. En su intervención en un foro económico, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, respondió con dureza a las peticiones del Banco de España de moderación salarial y liberalización del mercado de trabajo.

"No puedo aceptar las recetas más conservadoras que siempre van en la misma dirección: decretazos , recorte de derechos, disminución del gasto social y frenazo al impulso de las infraestructuras y de la investigación productiva", dijo. Blanco dejó claro que él está en contra de la liberalización del mercado de trabajo y argumentó que "lo que hay que hacer en momentos de dificultades es garantizar el mayor número de empleos".