El presidente del Gobierno se apresuró ayer a desmentir unas declaraciones de Xabier Arzalluz, quien ayer aseguró "tener datos" de que el Gobierno socialista mantiene contactos con ETA y con Batasuna para que la banda deje las armas. El expresidente peneuvista precisó incluso que se ha hablado de una "salida" para los presos etarras.

En una entrevista en Radio Euskadi, Arzalluz dijo disponer de informaciones sobre esos contactos y, aunque matizó que quizá "no están negociando", insistió en que "están hablando". A renglón seguido, trató de quitar hierro a su revelación al añadir: "Todos los gobiernos, desde el de Suárez, han hablado con ETA".

Zapatero negó veracidad a las palabras de Arzalluz y dijo que el único mensaje que su Gobierno traslada a la banda es que deje de matar y amenazar. Señaló que la política del Ejecutivo es mantener toda la presión contra ETA y recordó que fue el Gobierno quien instó a impedir que Batasuna concurriera a las elecciones si no condena la violencia.

Tras recordar que nunca ha tenido un encuentro con Arzalluz, ironizó sobre el exlíder del PNV al señalar que no le gusta polemizar con expresidentes porque la experiencia le dice que es de las posiciones más difíciles en la vida política. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, atribuyó las palabras de Arzalluz a un intento por recuperar "protagonismo político".

La ilegalizada Batasuna rechazó "con rotundidad" en un comunicado que haya mantenido conversaciones con el Ejecutivo del PSOE. En la nota, la formación de Arnaldo Otegi añade que, a tenor de las informaciones que "maneja", los supuestos contactos entre el Gobierno y la banda terrorista son "mentira".

EL HUMO DE MARAGALL Arzalluz también abordó la cuestión territorial. Vaticinó que Zapatero no abordará las "cuestiones de fondo" por lo que, en su opinión, Pasqual Maragall "vende humo" con sus planes de reforma del Estatuto. Para redondear, dijo que Zapatero da a todo el mundo lo que le pide, "mientras lo que pida sea irrelevante".

DIALOGO CON RADICALES Arzalluz habló del plan Ibarretxe . Abogó por buscar el apoyo de Batasuna y por "sublevarse" ante la presión de "medios de comunicación españoles" para que lo "políticamente correcto" sea no negociar con Batasuna si no abandona la violencia.

Mientras, el conseller en cap de la Generalitat de Cataluña, el republicano Josep Bargalló, y el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, defendieron ayer dialogar con ETA. Bargalló, que se reunió en Barcelona con el consejero de Justicia vasco, Joseba Azkarraga, vio "lógico" esos contactos. Y Carod dijo: "Si es así, deseo que ni Gobierno ni PSOE sean objeto de la criminalización de la que fui objeto yo".