El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trasladó hoy por teléfono su "apoyo y un abrazo" concejal del PSE en Eibar (Guipúzcoa) Benjamín Atutxa Iza, de quien destacó su actitud responsable y comprometida tras conocerse que ETA había estado realizándole seguimientos entre septiembre y diciembre de 2007 con el fin de secuestrarle. Durante la comparecencia conjunta que realizó a primera hora de esta tarde junto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tras su encuentro en La Moncloa, Rodríguez Zapatero confirmó que había hablado con el edil de Eibar, al que se refirió por su nombre de pila, y comentó que había quedado "emocionado" tras comprobar su serenidad y sus palabras "de responsabilidad y de compromiso". "Esas palabras son el el mejor ejemplo de lo que significa tener convicciones profundas en favor de la liberad y el mejor ejemplo de la barbarie y el horror que representa la acción de ETA", agregó el presidente del Ejecutivo. Insistió en que el concejal socialista estaba "sereno, comprometido y con un alto grado de responsabilidad". Según confirmaron esta mañana fuentes de la lucha antiterrorista, los planes de ETA pasaban por secuestrar al edil y después asesinarle en el caso de que el Gobierno no se plegara a sus peticiones de negociación, si bien desistieron debido a la escolta que llevaba de forma permanente este concejal. Así lo habría declarado ante la Guardia Civil el que se considera jefe del 'comando Vizcaya' de ETA, desarticulado el pasado martes, Arkaitz Goikoetxea Basabe. Las mismas fuentes precisaron que los integrantes del 'comando' desarticulado tenían pensado realizar este secuestro a finales del pasado año, para lo que realizaron seguimientos al edil socialista entre los meses de septiembre y diciembre del pasado año. La confesión de los planes para secuestrar a un edil del PSOE por parte de Goikoetxea se ha producido después de que la Guardia Civil preguntase al presunto jefe del 'comando Vizcaya' por el hallazgo en el zulo localizado en Valgañón, en La Rioja, de una caja de tranquilizantes. Tras unas primeras negativas del terrorista, éste admitió los planes para secuestrar a un concejal del PSOE con la intención última de forzar al Gobierno a una negociación con la banda terrorista. De esta forma, ETA recuperaba su planteamiento de secuestrar a un concejal del partido que ostentase en ese momento el Gobierno, como ya hizo en 1997 con el edil popular Miguel Angel Blanco durante el mandato de José María Aznar.