José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó su visita a Pamplona para reprochar al PP el uso que ha hecho del tema navarro para ganar votos. Sabedor de que UPN (la marca popular en Navarra) va a seguir agitando el fantasma de la anexión al País Vasco para mantenerse en el poder, el presidente socialista remarcó que "Navarra está bien donde está". Es decir, sola. También rechazó que la comunidad haya sido moneda de cambio en las conversaciones con ETA; por el contrario, defendió que "es deber de todo gobernante buscar la paz" pese a las dificultades. El público le respondió al grito de "valiente".

Ante varios miles de simpatizantes, que llenaron el Baluarte de Pamplona, Zapatero reiteró su compromiso en el cumplimiento estricto de la ley de partidos para que solo concurran las candidaturas de la izquierda aberzale que cumplan la ley.

La visita del presidente a la capital navarra sirvió también para respaldar al candidato al Gobierno foral, Fernando Puras, un hombre de confianza de Zapatero y designado directamente por él, una decisión que en su día levantó ampollas entre los socialistas navarros. La consigna del mitin de ayer era clara: respaldar en las urnas al actual presidente, Miguel Sanz, de UPN, es lo mismo que proporcionar el voto a Mariano Rajoy.

FALTA DE AYUDA El actual presidente navarro recibió varios dardos de Zapatero, que se unieron a los de los demás oradores. Al destacar los esfuerzos de su Gobierno para lograr el fin de la violencia de ETA, Zapatero reconoció haber contado con la confianza de mucha gente. Sin embargo, puntualizó que le habría gustado contar también con la de Miguel Sanz, de quien recordó que en la tregua de ETA de 1998, tras entrevistarse con el entonces presidente José María Aznar, afirmó que "Navarra sabrá ser generosa".

El presidente matizó: "Yo no le hubiera pedido que repitiera aquellas palabras", pero aseguró que lo mínimo exigible a Sanz era haber sido "prudente y responsable y ayudar al Gobierno de España" para lograr el fin de la violencia.

El discurso de Zapatero no incluyó en ningún momento alusiones al estatus de Navarra, ni al papel que ha jugado esta comunidad en las conversaciones con la izquierda aberzale. Sobre esta cuestión, extraordinariamente sensible cara a las próximas elecciones forales, simplemente indicó: "Si me preguntan, os digo que Navarra está muy bien donde está, con su ley de amejoramiento y buscando la convivencia y la tolerancia". Y volvió a arremeter contra el objetivo número uno de ayer: "Os aseguro que el problema no es el futuro de Navarra, sino el del señor Sanz cuando pierda el Gobierno de Navarra".

RESPETAR LA LEY Zapatero garantizó el cumplimiento de la ley de partidos "en su letra y en su espíritu, en todos sus términos" cara a las elecciones de mayo, para lograr que solo se presenten quienes respeten la legalidad. El presidente destacó la actuación de la fiscalía y la Abogacía del Estado en este esfuerzo.

Estas palabras, que reiteran el mensaje de las últimas semanas del Gobierno, llegaron un día después de que el juez Baltasar Garzón decidiera no suspender la actividad de Acción Nacionalista Vasca (ANV) al confirmar la legalidad del partido. Pero no hubo alusiones a ANV ayer en Pamplona, pese a que en esta comunidad presenta listas.

Antes de terminar su discurso, el jefe del Ejecutivo se volvió hacia los jóvenes que le acompañaban en el escenario para destacar el protagonismo de estos en las elecciones de mayo y "en las generales de marzo del 2008".