El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer en Sevilla que los etarras huidos en Francia "no son de tercera fila", aunque evitó confirmar si Mikel Kabikoitz Carrera, identificado como actual jefe militar de la banda, es uno de los terroristas que escapó de la policía francesa el martes.

Zapatero viajará el próximo martes a París para participar en el entierro del gendarme asesinado y también se reunirá con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para intensificar la cooperación antiterrorista.

Tras recalcar la "intensa colaboración" entre Francia y España, subrayó que las fuerzas de seguridad de ambos países se encuentran trabajando en estos momentos "con la unidad más absoluta" para que los etarras sean detenidos "cuanto antes". Zapatero aseguró que Interior "ya sabe quién está en estos momentos al frente" de la banda, y también que "será detenido, más bien antes que después".

El presidente acusó a la izquierda aberzale de haber hecho un texto "cobarde y, por supuesto, insuficiente" con el documento en el que animan a ETA a participar en el proceso democrático, ya que no condena el asesinato en territorio francés. Para Zapatero, la izquierda aberzale "solamente tendrá la capacidad de ser escuchada cuando diga con contundencia ´fuera ETA, fuera ya la violencia".

AGRADECIMIENTO DEL PP El presidente del PP, Mariano Rajoy, aprovechó una rueda de prensa en Bogotá tras entrevistarse con el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, para agradecer a Francia su apoyo a España. Rajoy aseguró que "ETA es menos fuerte ahora" y por ello algunos de la banda "tienen que dedicarse a varias cosas a la vez". Tras la reunión con Uribe, el líder popular templó su discurso contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, por lo que considera que es una actitud de apoyo a ETA. El presidente colombiano no es partidario de enturbiar más la relación con Venezuela. Especialmente cuando, tal y como le explicó a Rajoy, el expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández, está mediando entre ambos países para normalizar sus relaciones. En este contexto, al líder del PP le resultó difícil cargar contra Chávez por haberse hecho el remolón a la hora de colaborar en la extradición de etarras demandada por el juez Eloy Velasco. Rajoy se limitó ayer a pedir que se acaten las decisiones judiciales, "gusten o no". Solo unas horas antes, en un acto de partido, tachó de "antidemócrata" a Chávez por ningunear al juez.