El Gobierno espera que el lendakari, Juan José Ibarretxe, renuncie a la convocatoria de su consulta soberanista tras la entrevista que tendrá el martes con José Luis Rodríguez Zapatero. La posición firme del Ejecutivo no variará y del encuentro no está previsto que surja ningún acuerdo que permita un cambio en el ordenamiento jurídico de Euskadi.

Si Ibarretxe persiste en sus intenciones, que deberá concretar en el pleno del Parlamento vasco del 27 de junio, el Gobierno tiene claro que la consulta no se celebrará. "No habrá consulta, no la habrá y eso lo debe saber el lendakari", aseguran fuentes del Gobierno, que añaden que está "fuera de la Constitución".

ETA ha vuelto a matar, y eso, por si solo, debería llevar al lendakari a reformular su posición, según el Gobierno. Pese a todo el Ejecutivo de Zapatero considera que la situación ha cambiado por completo y que Ibarretxe no puede mantener su proyecto con el argumento de que el PSOE estuvo dispuesto a suscribir las conversaciones de Loyola con Batasuna en octubre del 2006, que pasaban por acuerdos políticos entre el País Vasco y Navarra.

El PNV secunda la disposición de Ibarretxe de lograr un acuerdo con Zapatero porque se trata de una "cuestión de Estado" y así lo requiere la "segunda transición" pendiente en Euskadi. Lo dijo ayer Iñigo Urkullu, presidente peneuvista, al recalcar la "voluntad" de pacto de su partido y la decisión de ser "flexibles" para lograrlo. Sin embargo, una parte de la dirección del PNV da por descontado el rechazo de Zapatero al proyecto de Ibarretxe y prevé las consecuencias. De ahí su interés en demostrar que la iniciativa política del lendakari se acompaña de una apuesta de gran alcance para Euskadi.

Por otra parte, unos desconocidos atacaron la pasada madrugada el monolito en homenaje al exgobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregui, asesinado por ETA en el 2000. El sabotaje se produjo justamente en vísperas del acto previsto para hoy en San Sebastián en reconocimiento a todas las víctimas del terrorismo, impulsado, precisamente, por Maixabel Lasa, viuda de Jáuregui que es directora de la Oficina de Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco. El monumento había sido erigido y sufragado por los amigos de Jáuregui. Los agresores golpearon con un martillo pesado la estela hasta romperla.