Una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad. El PP intentó aplicar ese principio a lo largo del último alto el fuego de ETA, con sus machaconas afirmaciones de que José Luis Rodríguez Zapatero había rendido al Estado frente a la banda terrorista. Sin embargo, los datos demuestran que durante la tregua se detuvieron más etarras que en el alto el fuego que gestionó siete años antes el Ejecutivo de José María Aznar. Y un vistazo a lo sucedido en el primer mes tras la ruptura de ambos procesos revela también una actitud más implacable por parte del PSOE.

Si se considera que el último alto el fuego acabó el 5 de junio del 2007 con la declaración de ruptura por ETA, y no con el atentado en el aeropuerto de Barajas del 30 de diciembre del 2006, puede comprobarse que las dos treguas tuvieron una duración casi idéntica. En la última, de 14 meses y 14 días, las fuerzas de seguridad de España y Francia encarcelaron a 74 presuntos etarras, que aumentan a 92 si se incluye la captura de miembros de Segi, la rama juvenil de ETA, por orden judicial. En la anterior tregua, de 14 meses y 13 días, ingresaron en prisiones españolas 55 terroristas.

En los 35 días que han transcurrido desde el final del último proceso, las fuerzas de seguridad no han dado respiro a la banda, y han detenido a 13 de sus miembros en distintas operaciones --sin contar tres entregas desde Francia--, frente a nueve detenidos y un extraditado durante el mismo periodo tras la ruptura de la tregua anterior.

En suma, pese al diluvio de recriminaciones de la oposición conservadora que ha recibido Zapatero por apostar por la paz en Euskadi, las cuentas salen a su favor cuando se comparan las cifras con lo ocurrido bajo el mandato de su antecesor en la Moncloa, que alardeaba de una firmeza sin par ante el terrorismo.

ARSENALES Una lectura de ambos procesos muestra, además, que en la tregua que se desarrolló bajo el Ejecutivo de Aznar también se encontraron zulos y arsenales sin que el PSOE, entonces en la oposición, acusara al jefe del Gobierno de estar entregando el Estado a los terroristas. Así, el 11 de marzo de 1999 --menos de seis meses después de empezar el alto el fuego--, la policía francesa encontró 300 kilos de clorato de sodio en las Landas. El 9 de abril, la Gendarmería halló en un garaje en la localidad de Boucau un nuevo arsenal etarra con 400 kilos de explosivos.

La actitud discreta de los socialistas contrasta con la de Mariano Rajoy, que el 2 de octubre del 2006 arremetió contra el Gobierno al trascender el hallazgo de un zulo de ETA en Francia con armas y 150 kilogramos de productos susceptibles de ser usados para fabricar explosivos.