El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puso ayer a Chile como ejemplo para Latinoamérica y el resto del mundo y destacó la buena acogida que este país dispensa a las empresas españolas. El jefe del Ejecutivo dijo en presencia de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que los inversores "están a gusto" porque trabajan en un país "serio y moderno".
Zapatero y Bachelet se refirieron a la cumbre UE-América Latina, que se celebra hoy y mañana en Viena y a la que también asistirán los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez. Respecto a la situación de empresas españolas como Repsol tras el anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, el presidente dio por hecho que mantendrá un encuentro con Morales.
LA VIA DEL DIALOGO "Todos los primeros ministros y presidentes vamos a hablar entre nosotros", aseguró, tras insistir en que la vía del "diálogo político, diplomático y económico" es la más adecuada "con un país amigo". El jefe del Ejecutivo recordó que las empresas españolas han invertido en Latinoamérica "para tener beneficios y contribuir al progreso y al desarrollo".
La presidenta Bachelet defendió el modelo chileno de "conducción sana y seria de la economía", pero no quiso valorar las actuaciones de gobiernos como el de Morales y Chávez, e insistió en anteponer el respeto pese a que haya "estrategias distintas". Así, Bachelet aseguró que no hay "motivos para tener ningún temor" y aconsejó no "demonizar" a ningún país. "No quisiera que volviéramos a la época de la guerra fría", declaró.
La relación con Bolivia fue una cuestión que planeó durante toda la rueda de prensa que ofrecieron Zapatero y Bachelet. La presidenta chilena confirmó que una de las 18 reuniones bilaterales que mantendrá en la cumbre de Viena será con el presidente de Bolivia. Evo Morales ha demostrado mucho interés por promover una mesa de diálogo para abordar la vieja reivindicación de encontrar una salida al mar para Bolivia. Bachelet no quiso confirmar si el tema estará sobre la mesa.
PLAN ESTRATEGICO Zapatero y Bachelet firmaron un plan de asociación estratégico que coincidieron en definir como un "salto cualitativo" en las relaciones bilaterales. Ambos mandatarios mostraron su satisfacción por compartir visiones similares en materia de política social e internacional, así como en la defensa de la paz. Bachelet destacó la similitud de posturas frente a la guerra de Irak y la lucha contra el terrorismo, y calificó de "sintonía fina" la que tiene con España frente a la globalización.
