José Luis Rodríguez Zapatero se refirió ayer en San Sebastián a las propuestas del PP sobre la inmigración para pedir que las dejen fuera de la pugna electoral "por respeto a los inmigrantes". El secretario general del PSOE prometió continuar trabajando si es reelegido como presidente el próximo 9 de marzo para conseguir una inmigración ordenada, legal, razonable y "una integración adecuada", informa Aitor Ubarretxena.

En un tono moderado, el líder socialista defendió la integración de los inmigrantes como la mejor receta, por lo que recomendó al PP que no utilice "el debate de la exclusión, del no respeto a la diferencia", porque, según él, "alienta las peores pasiones para la convivencia".

Zapatero definió la inmigración como "una fuente de oportunidades para mucha gente que no tiene más que desesperanza, miseria y hambre en su tierra", y destacó que a cambio aporta "trabajo y trabajadores". Admitió al mismo tiempo que supone "un fenómeno de cambio social y demográfico" que es preciso ordenar.

Más contundente, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, acusó a Rajoy de haberse metido "en un lío" y "vender humo" con sus propuestas.

PACTO DE ESTADO Por su parte, Josep Antoni Duran Lleida, candidato de CiU a las elecciones generales, propuso ayer al PP y al PSOE un gran pacto de Estado para la integración de los inmigrantes que implique al Gobierno central, a los de las comunidades autónomas, los ayuntamientos y al conjunto de la sociedad. Duran reivindicó para la federación nacionalista la idea del test que el PP propone ahora para aquellos inmigrantes que deseen legalizarse en España.

Rajoy no contestó a la propuesta de Duran, pero mantuvo su línea de días anteriores, aumentando incluso su contundencia. El candidato del PP acusó al Gobierno socialista de "esconder la cabeza debajo del ala" en materia de inmigración, cuando hay un "problema real", y avisó de que si no se lucha "con contundencia" contra la inmigración ilegal se crearán "guetos" y "países dentro de España", informa Gemma Robles. Rajoy entusiasmó a los 4.000 asistentes a un mítin en Alcalá de Henares al prometer, rotundo: "No le daré la nacionalidad española a alguien que haya cometido delitos en España".

Por su parte, el número dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, aseguró también ayer que el sistema sanitario y educativo "peligran" con el aumento de inmigrantes irregulares.