Los mismos jueces, como el propio Baltasar Garzón, investigaron al PSOE en el pasado y ahora lo hacen en cuestiones relacionadas con el PP. Y las instituciones mantienen "su fortaleza y su solidez", antes y ahora. Con ese principio por delante, José Luis Rodríguez Zapatero exigió ayer a la dirección del PP que "respete el Estado de derecho y el funcionamiento de las instituciones democráticas", y que no busque en sus problemas otros culpables.

El presidente del Gobierno entendió la reacción inicial del PP, que se tradujo en las declaraciones de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, y de ayer mismo por parte de Mariano Rajoy, culpando de los escándalos conocidos en los últimos días a una supuesta maniobra trabada desde la Fiscalía General del Estado e, incluso, desde el PSOE. Pero después de esa comprensión, Zapatero le pidió al PP "temple y sentido de las cosas" para que deje trabajar con tranquilidad y seriedad a la justicia. Y fue más allá, al aludir veladamente a los escándalos judiciales que afectaron al Gobierno socialista. Pidió, así, a los populares que su respuesta "debe ser otra", tras animarles a aprender de lo sucedido "en otros momentos" de la democracia.

Zapatero no pudo eludir esas afirmaciones, al ser preguntado por ello en su comparecencia con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, porque su intención es no ahondar en los problemas judiciales que puedan afectar al PP. En la ejecutiva federal del PSOE, se centró en la situación económica, ante su comparecencia de hoy en el Congreso. Y ordenó a la dirección socialista que no entrara al trapo en la polémica sobre la trama urbanística que instruye el juez Garzón.

No obstante, desde Bruselas, el ministro de Economía, Pedro Solbes, a quien Rajoy le ha pedido la dimisión, apuntó: "Rajoy tiene mucho donde pedir la renuncia en este momento".