Terminaron las conjeturas, los dimes y diretes, el juego del gato y el ratón. Diecinueve meses después de dejar el Gobierno con la declarada intención de dedicarse a su familia, José Bono vuelve a la política. Encabezará la lista del PSOE por Toledo en las elecciones de marzo y, si los socialistas ganan, será candidato a la presidencia del Congreso de los Diputados. La operación retorno, dirigida a captar votos del centro y la derecha, se anunció mediante una puesta en escena excepcional tras un encuentro del exministro de Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero en la sede del partido.

"Soy un simple peón en el ajedrez de la política", dijo Bono con aire hamletiano en una multitudinaria rueda de prensa junto al secretario de organización, José Blanco. El exministro justificó su vuelta por "lealtad" al partido --al que se refirió como su "segunda familia"-- y para ser "consecuente" con su condición de "español, socialista y amigo del presidente del Gobierno". Enfatizó que Zapatero "no ha cesado" de pedirle de manera "pertinaz y tenaz" que regrese a la arena política desde el mismo día en que dimitió de su cargo, el 7 de abril del 2006.

DIFICIL RELACION Bono, que presidió la Junta de Castilla-La Mancha durante seis legislaturas con mayoría absoluta hasta su nombramiento como ministro en el 2004, sostuvo que no le "incomoda" atraer a votantes de la derechas. Dijo al respecto que su objetivo es trabajar para que el PSOE obtenga una "amplia mayoría" en los comicios. "Y si es absoluta, no crea que voy a lamentarlo", subrayó, al ser preguntado por la posibilidad de que los partidos nacionalistas, con los que mantiene una difícil relación, impidan su elección como presidente del Congreso.

Bono describió la Cámara baja como "el único local de Madrid donde no se puede hablar con sosiego" y expresó su deseo de erradicar la crispación.

Blanco reconoció la excepcionalidad del acto de ayer, al recalcar que es la primera vez que se proclama a un candidato a la presidencia del Congreso antes de las elecciones. Lo explicó en términos de "transparencia". Argumentó que, del mismo que los españoles "ya saben quién va a gobernar la economía", en alusión a Pedro Solbes, también "saben" quién dirigirá el Congreso.

Los portavoces de CiU, PNV, ERC, IU-ICV y EA en el Congreso avisaron ayer mismo a Zapatero de que la presidencia del Congreso, así como la presidencia del Gobierno, no dependen solo del PSOE. El republicano Agustí Cerdà dijo que hay "perfiles más dialogantes" que Bono.