El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió hoy en la necesidad de reformar el sistema de pensiones en este momento de ajustes, aunque reconoció que "lo más cómodo sería no hacer nada" porque las pensiones están garantizadas en los próximos años. En una entrevista concedida a la cadena de televisión Telecinco, Rodríguez Zapatero dijo que lo más cómodo para un presidente sería mantener el sistema actual porque hay dinero suficiente para pagar las pensiones en los próximos años, además de señalar que la Seguridad Social dispone de un fondo de reserva de 67.000 millones. Sin embargo, justificó la necesidad de cambiar el sistema de pensiones y la ampliación de la jubilación de 65 a 67 años mediante un pacto parlamentario y vinculó su transformación a las reformas generales que se están aplicando a la economía española, que no verá más ajustes en 2011. En cuanto al paro, el presidente del Gobierno dijo que, además de las reformas estructurales, que empezarán a dar sus frutos en 2012 con más empleo y crecimiento, ya que 2011 será un año con "dificultades", apunto que mejorarán la capacidad de la administración en formación por tener una relación directa con la dificultad para encontrar empleo. En este sentido, y relacionado con el cambio del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, comentó que el nuevo responsable del departamento tendrá que mejorar los servicios públicos de empleo, para lo que será necesaria la colaboración de las comunidades autónomas, por sus competencias en búsqueda de empleo y formación. En respuesta a las preguntas de algunos ciudadanos, entre los que se encontraban el futbolista David Villa o el actor Luis Tosar, Rodríguez Zapatero dijo que los funcionarios no recuperarán la rebaja de sueldo aplicada este año -5 por ciento de media- hasta dentro de dos o tres años. Al respecto, precisó que tras la congelación salarial que se les aplicará a los funcionarios en 2011, que en su opinión "no ha gustado pero lo han asumido de manera ejemplar", en 2012 "habrá otra perspectiva" sobre la evolución del sueldo de estos trabajadores. Para combatir el desempleo, que tiene un coste en ayudas de 23.000 millones de euros, y mejorar el sistema productivo, el presidente del Gobierno apostó por reforzar los sectores más pujantes, competitivos e innovadores de la economía, como la energía, telecomunicaciones, servicios sociales, etc., "porque ahí está el empleo". En cuanto a la huelga general, Zapatero indicó que "los sindicatos deben asumir que el modelo laboral está en crisis" y que se ha reformado para que se cree empleo, aunque habrá que "esperar a que produzca sus efectos", al tiempo que reconoció que la reforma no era milagrosa. En su opinión, la reforma laboral aumentará la flexibilidad en las empresas para evitar despidos en momentos difíciles al facilitar el ajuste de salarios a las circunstancias de la producción, además de fomentar la contratación estable y la reducción de la precariedad. El presidente del Gobierno justificó el disgusto sindical por la nueva regulación del despido objetivo y abogó por recuperar la competitividad de la economía española mediante la moderación de los salarios y los beneficios empresariales.