José Luis Rodríguez Zapatero rindió ayer un emotivo homenaje a los 17 militares españoles que fallecieron en Afganistán en accidente de helicóptero el pasado 16 de agosto. El presidente y los ministros de Defensa, José Bono, y de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, que le acompañaron en su primera visita a las tropas en el extranjero, se desplazaron hasta el terreno desértico en el que cayó el Cougar. Lo hicieron en un helicóptero similar, acompañado de otros tres aparatos desplegados por el Ejército en la base avanzada de Herat, al oeste de Afganistán.

Los cabezas de familia de la localidad cercana de Casma Khani esperaban al presidente español. Al terminar el acto, Zapatero los saludó a todos. Los niños, ayudados por algunos soldados españoles y del Ejército afgano, habían cavado 17 hoyos, en los que el presidente, Bono y Moratinos, junto a los mandos militares y al gobernador de Herat, Enayatullah Enayat, plantaron 17 cipreses en memoria de las víctimas. Enayat aprovechó para expresar su agradecimiento "al gran pueblo español" por la ayuda que presta en la zona y trasladó a Zapatero el pésame por los soldados fallecidos.

RANCHO PARA TODOS El presidente almorzó el rancho con la tropa --arroz, gambas y calamares fritos, y carne-- y, ya en la tienda que sirve de cafetería, elogió la labor de los militares y les transmitió la felicitación navideña. "Quiero que mis primeras palabras sean de condolencia a las familias de los dos marineros que han muerto hoy por ayer", dijo en referencia al accidente en la fragata Extremadura . Y les recordó a los compañeros muertos en Afganistán, "cuyas familias son un ejemplo de dignidad y civismo para todos". El presidente dijo a los soldados que "España está bien representada por unos hombres que sirven a la bandera de un país de la paz, de la democracia y de la solidaridad, un país que se compromete por un futuro distinto para los afganos". Y añadió que había podido comprobar la satisfacción del pueblo afgano "no sólo porque le aportáis seguridad, sino también porque le transmitís solidaridad y cercanía".

Les pidió que se sientan orgullosos de su trabajo y, tras manifestarles que se sentía emocionado de estar con ellos, les aseguró que sus familias y todos los españoles "se sienten también cercanos y orgullosos de vosotros". "Pero hay uno, el Rey, que me ha pedido que os traslade un abrazo sentido y cercano".

Tras felicitarles las pascuas y destacar los valores de la lealtad y el deseo de que los miembros de las Fuerzas Armadas se sientan moralmente compensados y "bien pagados", posó con los soldados y oficiales y dio por concluida la visita.

La estancia del presidente, de seis horas de duración, había comenzado a las seis de la mañana con la llegada a la base de Herat. El coronel jefe del contingente español, José María Soroa, le recibió en la escalerilla del Hércules y, tras los honores de ordenanza, en los que participaron soldados italianos, eslovenos y españoles, le ofreció una exposición sobre la misión. Desde Herat, donde trabajan 374 españoles, 178 italianos, 25 eslovenos, 4 lituanos y 7 búlgaros, se proporciona apoyo logístico al equipo de reconstrucción provincial (PRT) que Italia y España mantienen en sendas provincias.