La política exterior de José Luis Rodríguez Zapatero se enfrenta desde hoy y durante tres días a una difícil prueba, con la visita del presidente a Venezuela y Colombia. Consciente de la tensión entre los dos países suramericanos y de los recelos de EEUU hacia Hugo Chávez, Zapatero impulsará un "enfoque integral y equilibrado" en las relaciones de Madrid con Caracas y Bogotá. Planteará la implicación de Brasil en esa visión conjunta de seguridad y cooperación, para lo cual celebrará una cumbre con Luiz Inácio Lula da Silva, Chávez y el colombiano Alvaro Uribe como antesala de los encuentros bilaterales con los dos últimos.

La lucha contra la violencia y el crimen organizado ocupará parte esencial del encuentro que los cuatro mandatarios mantendrán en Ciudad Guayana (Venezuela). Zapatero recomendará la aplicación del modelo hispano- francés de cooperación policial y judicial. También expondrá el proyecto de coordinación de infraestructuras transfronterizas acordado por París y Madrid.

Tras la cumbre a cuatro, Zapatero viajará a Caracas para la primera visita bilateral. El presidente --acompañado de los ministros de Exteriores y Defensa, Miguel Angel Moratinos y José Bono-- firmará con Chávez un acuerdo para la venta de cuatro corbetas de patrulla costera (465 millones de euros) y seis aviones de transporte C-295 (116 millones), con los que el Ejecutivo quiere mantener a flote los astilleros de Izar y crear empleo en la filial española de Eads.

También se prevé la firma de un memorando de diálogo político y un acuerdo para el intercambio de bienes españoles por petróleo venezolano, así como un convenio para la construcción o reparación de buques petroleros venezolanos en Izar.

POLEMICA El viaje de Zapatero a Caracas viene precedido de polémica. En enero, el presidente tuvo que cancelar una escala en la capital venezolana por coincidir con un momento tenso entre Venezuela y Colombia. Días después trascendió una visita secreta de Bono a Caracas, en la que se abordó el negocio de las corbetas y los aviones. Ante el malestar de Colombia, el Gobierno español desplegó todos sus esfuerzos diplomáticos para tranquilizar a Uribe y aclarar que el memorando de defensa con Venezuela es similar al que existe con Colombia.