El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo hoy que la reforma de las pensiones tiene unos campos "bien definidos" sobre los que se puede actuar en el marco del Pacto de Toledo, entre ellos el retraso de la edad de jubilación a los 67 años y la ampliación del período de cálculo. Durante su discurso en el debate sobre el estado de la nación que se celebra en el Congreso, Zapatero aseguró que la sociedad "no puede cerrar los ojos" a los "profundos cambios demográficos" de las próximas décadas, al tiempo que negó que esta reforma esté vinculada a la crisis económica.

Reiteró que el sistema de pensiones mantiene una situación de superávit y "no presenta problema de solvencia alguno", aunque dijo que "es un problema que debemos resolver hoy". Al respecto, se refirió a las iniciativas presentadas por el Gobierno y que actualmente analiza la Comisión del Pacto de Toledo y confió en que la Comisión se pronuncie "cuanto antes" para acometer los cambios normativos procedentes "con el más amplio consenso posible".

Aseveró que los "campos"sobre los que es posible actuar "están bien definidos" y apuntó a la elevación de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años de forma progresiva, en doce años, "en línea con lo que ya han acordado en Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Noruega o USA". Asimismo, destacó la necesidad de introducir medidas que mejoren el aspecto contributivo del sistema, bien considerando un período de carencia más amplio para tener derecho a percibir una pensión, bien ampliando el período de cálculo de las cotizaciones efectuadas.

También se refirió a medidas que afecten a la jubilación anticipada y a las prejubilaciones, así como a la acción protectora de la viudedad y la orfandad en las situaciones más vulnerables. El presidente del Gobierno dijo que hay que despejar "cuanto antes las incertidumbres sobre la sostenibilidad del sistema para que los ciudadanos, que contemplan la jubilación en un horizonte aún lejano, se sientan seguros".

Reiteró que la reforma de las pensiones es una necesidad que afecta a la práctica totalidad de países de la Unión Europea y dijo que todos los países desarrollados sufrirán un proceso de envejecimiento "sin precedentes". En este sentido, recordó que en 2050 habrá 1,7 personas en edad de trabajar por cada una en edad superior a 65 años, frente a las casi cuatro de la actualidad.