Que "arrime el hombro". De ponerse firme, José Luis Rodríguez Zapatero pareció enfadado ayer al exigir a Mariano Rajoy que apoye al Gobierno sin poner condiciones. El presidente cambió el tono, el gesto y el lenguaje corporal de la víspera, cuando compareció para reaccionar al anuncio de ruptura de la tregua de ETA. Toca "unidad" y "consenso", dijo, no pedir "rectificaciones" al Gobierno, como hizo Rajoy tras el comunicado de la banda. La "firmeza" del Estado presidirá esta fase, declaró Zapatero en sus dos comparecencias públicas de ayer. El mismo mensaje que trasladaron sus ministros en un inusual despliegue por radios y cadenas de televisión.

"Yo no le voy a pedir al PP ninguna rectificación ni le voy a poner ninguna condición, y eso que ha hecho cosas. Solo le pido que actúe como esperan los españoles: ante este desafío, hay que arrimar el hombro", aleccionó el jefe del Ejecutivo. Flanqueado por el secretario general de la ONU, un Zapatero muy molesto por la reacción del PP tras el anuncio etarra volvió a poner como ejemplo el apoyo que dio él al Gobierno de José María Aznar en sus decisiones sobre terrorismo. "Yo lo hice y los españoles lo aplaudieron --sostuvo--; y eso me permite tener la credibilidad moral para pedirlo ahora".

A SU LADO Hace tan solo unos meses, durante el debate parlamentario tras el atentado de ETA en Barajas, Rajoy culminó su enésima regañina al jefe del Gobierno con el siguiente pronóstico: "Cuando las cosas se pongan feas y haya que apretar los dientes, el único que estaré a su lado seré yo".

Pese a haber empezado mal, el presidente quiere gestionar el fin de la tregua con el soporte del PP que le faltó al intentar la paz. "Lo que me importa es caminar juntos para que haya la máxima eficacia contra ETA; y eso se consigue estando unidos". Pero no asumirá ese apoyo si es condicionado. Ayer advirtió a Rajoy que no le consentirá que el lunes vaya a la Moncloa cargado de exigencias previas para "arrimar el hombro".

Respecto al clamor conservador por "volver al pacto antiterrorista", replicó que no es cuestión de "pactos", sino de "tener voluntad política" para cumplir los términos del acuerdo. Que en esencia, recordó, compromete a los dos grandes partidos a apoyar al Gobierno de turno en materia antiterrorista para impedir que ETA "saque provecho" de la división. "Yo esa voluntad la tengo acreditada", remachó, al recordar que fue "despreciado" al proponer el acuerdo.

Para despejar las dudas del PP sobre la actitud con la que afronta el "desafío" etarra, Zapatero explicó que sus ejes serán "la firmeza" en la aplicación de los instrumentos del Estado de derecho "ante cualquier signo de violencia" y la "inteligencia" para ganar "voluntades en favor de la paz". Ya de buena mañana en el Senado se había comprometido a "combatir el terrorismo" con la "misma firmeza" con la que se empeñó en "buscar la paz".

GENERALES, EN EL 2008 Esa firmeza ya dio sus primeros frutos en el día de ayer, con el traslado de Iñaki de Juana Chaos a una cárcel de Madrid y la denegación de la salida del país a Arnaldo Otegi y Pernando Barrena. Respecto a ANV, el jefe del Ejecutivo reconoció que el Estado vigilará si cumple la ley. De no hacerlo, advirtió, actuará contra la formación aberzale "con todas las consecuencias". A preguntas de los periodistas en la rueda de prensa con la que concluyó la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Zapatero reiteró su determinación de agotar la legislatura y convocar las elecciones generales en el 2008.