La cumbre entre 60 países de la Unión Europea y América Latina que se está celebrando en Lima (Perú) propiciará hoy el primer encuentro entre José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez después del ya histórico "¡Por qué no te callas!" del rey Juan Carlos. Han pasado seis meses de aquella mañana en la que el monarca perdió su tradicional templanza y pidió al presidente venezolano que dejara hablar al jefe del Ejecutivo español, y, según fuentes del Gobierno socialista, Zapatero quiere verse con él para escenificar la normalización total de las relaciones.

Las multinacionales españolas con intereses en Latinoamérica fueron las primeras que pidieron que se zanjara el conflicto, y seguirán con atención las jornadas de hoy y mañana en la capital peruana no solo por ese reencuentro con Chávez, sino también porque temen la ola de renacionalizaciones que se está registrando en países de la región.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, acompaña a Zapatero en este viaje, en el que los países de la UE mostrarán su preocupación porque los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Argentina estén recuperando los antiguos monopolios de electricidad y petróleo que privatizaron en los años 80 y 90, muchos de los cuales acabaron en manos de españoles. De hecho, el "¡Por qué no te callas!" llegó después de dos horas de ataques a los empresarios por parte de Chávez.

CITAS BILATERALES Zapatero, que aterrizó en Lima después de una breve escala en Brasilia para desayunar con Luiz Inácio Lula da Silva, tiene también previsto reunirse con Evo Morales (Bolivia) y Cristina Fernández (Argentina) para abordar este asunto.

Durante la cumbre --centrada en las consecuencias del cambio climático, el alza del precio de los alimentos y la lucha contra la pobreza--, el jefe del Ejecutivo presidirá uno de los debates dedicados a la desigualdad. La cita reúne a una cincuentena de jefes de Gobierno de los dos continentes y amenaza con ser monopolizada, como viene siendo habitual, por Chávez, quien se ha dedicado a caldear el ambiente en los días previos.

Esta vez el rifirrafe verbal lo ha mantenido con la cancillera alemana, Angela Merkel, que declaró el domingo que no se tiene que creer que es el portavoz "de Latinoamérica". Este incidente se suma a la división que Chávez está generando en la región al intentar mediar para liberar a secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, un ofrecimiento del que Uribe no quiere oír ni hablar.