El mitin final del PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, fue una apelación al voto el próximo domingo con el espantajo de las negativas consecuencias que a su juicio tendría el ascenso del PP, calificado nuevamente por los dirigentes, incluso el presidente del Partido Socialista Europeo, Paul Nyrup Rasmussen, como la derecha más reaccionaria del continente.

Y es que en la cúpula socialista calculan que una participación inferior al 40% pondría en serios aprietos el resultado frente a los populares, dado que con tan baja afluencia a las urnas temen que quien las haya llenado sea mayoritariamente el votante conservador, más fiel y disciplinado que el socialista.

Zapatero, junto a otros de los oradores del acto, usó el ascenso de la ultraderecha holandesa como acicate para advertir, dirigiéndose especialmente a los jóvenes, que la participación es necesaria para que este sector radical sea "una anécdota" en el nuevo Parlamento europeo.

FIEL AL ARGUMENTARIO El líder socialista fue fiel al argumentario desplegado por el PSOE durante toda la campaña, a saber, hablar mal del PP tanto o más que del propio proyecto. Zapatero incluso hizo una excepción e introdujo el caso Gürtel de corrupción en torno al PP al afirmar que en el pasado los conservadores a la inquisición la llamaban justicia "y ahora a la justicia la llaman inquisición", en referencia a las palabras del líder de los populares, Mariano Rajoy, que días atrás denunció una inquisición contra su partido.

El resto de los argumentos socialistas utilizados contra el PP se refieren a que a los conservadores les conviene que siga la crisis, denigran el nombre de España, quieren recortar políticas sociales y añoran la España del pasado. Del candidato popular, Jaime Mayor Oreja, Zapatero dijo que no representa el pasado sino "el antepasado".

El líder del PSOE contrastó dos ideas sobre el modelo de Estado: la del PP, que según él "manosea la palabra España", y la socialista, que apuesta por la cohesión e integración. Para ello, puso como ejemplo el acceso de Patxi López a la presidencia del gobierno vasco. Aunque obvió que lo logró con votos del PP.

El cabeza de lista, Juan Fernando López Aguilar, también se centró en el contraste con el PP en conceptos como la familia y la participación electoral y advirtió de que los populares "confían en la abstención porque saben que sus valores no son mayoritarios". Pasó de puntillas por la corrupción en torno al PP, aunque destacó que los populares jalean esta corrupción "en plazas de toros". Nadie entró en la polémica sobre los aviones y la seguridad de los presidentes.