El PSC volvió a contar con la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en su afán por movilizar al electorado socialista remiso a la participación en las elecciones a la Generalitat de Cataluña. Fiel a sus últimas intervenciones, el presidente del Gobierno insistió ayer en Tarragona en vincular la victoria de José Montilla con el objetivo de "arrinconar" a la "derecha extrema" española, en alusión al PP, cuyos líderes "están deseando" que las gane CiU.

El líder del PSOE no tuvo complejos en españolizar la campaña al asegurar que estas elecciones son "una referencia" para las legislativas, en las que hay que conseguir que el PP actual "quede en un rincón de la historia". Para movilizar al electorado dormido, Zapatero no dudó en entrar en el terreno de los sentimientos y replicar a las apelaciones de Artur Mas al "voto patriota". Ante casi 2.000 personas, Zapatero afirmó que hay un candidato --en alusión a Mas-- que ve a Cataluña como "la tierra de sus padres", mientras que otro --Montilla-- la ve como "la tierra de sus hijos", y dijo estar "muy orgulloso" de la decisión del PSC de elegir como candidato "a alguien que nació en Córdoba".

Por su parte, Artur Mas se reunió por sorpresa con Joan Laporta. El presidente azulgrana le devolvió así el apoyo que CiU dio a su candidatura a la reelección en el club. Aunque el Bar§a aseguró que el acto no supone un apoyo a CiU, el efecto fue inmediato y todos los partidos criticaron la entrevista. Pocas horas después, se anunció para hoy un encuentro entre Laporta y Montilla.