Se hizo esperar. Hasta el final de su discurso no hizo referencia al alto el fuego permanente de ETA. José Luis Rodríguez Zapatero aguardó a tener a su público entregado para reiterar que "ha llegado el momento de terminar con el terror". Dejó claro que mantiene sus expectativas de paz a pesar del ataque registrado el sábado en Navarra contra la ferretería de un concejal de UPN en Barañain (Pamplona), que el presidente condenó sin mencionarlo expresamente. Las fuerzas de seguridad atribuyen el incendio a "incontrolados" de la kale borroka , es decir, que no obedecen el alto el fuego declarado por la banda etarra.

"Todo es respetable menos la violencia, tenga la manifestación que tenga y el alcance que tenga. Eso, en ningún caso y en ningún sitio", zanjó el líder del PSOE en alusión al suceso de Barañain, el primer acto violento ocurrido desde que ETA declaró hace un mes el alto el fuego permanente. En seguida dejó claro que el proceso de paz sigue abierto, y aleccionó a los ciudadanos sobre los ingredientes que usará para llevarlo a cabo: "Hacer la paz exige tanta valentía como prudencia, tanta firmeza como generosidad, tanta unidad como lealtad, y saber honrar la memoria de las víctimas".

RITMO DE VERIFICACION El jefe del Gobierno, que visitará Euskadi el 21 de mayo, mantiene el ritmo que ha impuesto al proceso de verificación abierto tras el anuncio del alto el fuego. Dentro de dos semanas, los servicios de inteligencia de las fuerzas de seguridad del Estado tendrán listo un tercer informe en el que desentrañarán los detalles del ataque registrado en la ferretería del edil de UPN en Barañain. Detalles que permitirán al presidente concluir si los autores obedecían órdenes de ETA o son un grupo de "incontrolados" que actuaron al margen de las instrucciones de la banda, tesis que, por ahora, maneja Interior.

De confirmarse que la banda mantiene su compromiso de renunciar a cualquier forma de violencia de manera "permanente", como exige el Gobierno, Zapatero seguirá su guión y comparecerá en el Congreso en mayo para exponer su hoja de ruta de la paz. Desde Cantabria, Mariano Rajoy mantuvo ayer la prudencia, lo que indica que tiene información directa sobre las investigaciones del ataque al establecimiento del edil navarro.

SOLIDARIDAD ABERZALE El presidente del PP reiteró su apoyo a Zapatero para seguir "verificando" la voluntad de ETA de renunciar a la violencia y criticó la actitud "muy negativa" de Batasuna, que el sábado fue la única formación que se negó a condenar el ataque. Ayer, sin embargo, la candidatura afín a Batasuna en Barañain (Barañaingo Irrintzia) mostró su "solidaridad" con los afectados, aunque no condenó expresamente el ataque.

Pero no solo de ETA habló Zapatero. "Cuando gobierna el PSOE, la vía de progreso es de alta velocidad", dijo exultante el presidente ante los 20.000 simpatizantes que abarrotaron la plaza de toros de Vistalegre. Zapatero llamó al PP a "sumarse" a las nuevas leyes que el Gobierno pondrá en marcha en la segunda mitad de esta legislatura.