Panamá está cerca de convertirse en un paraíso para las empresas de construcción y de infraestructuras españolas. En su visita, que duró tan solo unas horas, al país centroamericano, José Luis Rodríguez Zapatero pactó con el presidente Martín Torrijos negociar un convenio para eliminar la doble imposición (por una misma renta se pagan impuestos en dos países) y para combatir la evasión fiscal. Si se llegara a cerrar ese acuerdo, España dejaría de considerar a Panamá como paraíso fiscal y las compañías españolas podrían participar en igualdad de condiciones con las del resto del mundo en el gran negocio de la ampliación del Canal.

Los costes de la construcción de las terceras esclusas por donde pasan los barcos de un océano a otro se calculan oficialmente en casi 5.000 millones de euros; oficiosamente en más del doble. Según Zapatero, el "principio de acuerdo" al que ha llegado con el Gobierno panameño dará respuesta a los problemas de la doble imposición y la actividad opaca de los servicios financieros que han llevado a ese país a formar parte de la lista de paraísos fiscales que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

En la rueda de prensa que ofrecieron los dos dirigentes, Zapatero se cuidó de decir que España dejará de considerar a Panamá "paraíso fiscal" e insistió en que las negociaciones para llegar a un acuerdo total van a "exigir concreciones técnicas de muchos aspectos". "Sabemos que podemos trabajar juntos, que España y Panamá pueden abordar juntos empresas tan complicadas y sortear las dificultades", declaró. Actualmente, el país centroamericano castiga a los países que lo consideran paraíso fiscal con la ley de retorsión. Esto es, penalizando a las empresas interesadas en hacer negocios en su territorio.

CONTRATOS MILLONARIOS Frente a las medidas palabras de Zapatero, la decena de empresarios que lo acompañaron en el avión presidencial mostraron su satisfacción por el entendimiento entre los dos dirigentes. "Estos viajes sirven para dar un impulso nuevo a las relaciones económicas y comerciales y tengo la impresión de que va a haber, como consecuencia, inversiones en el sector turístico, infraestructuras y en participación en la ampliación del Canal", declaró Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE.

Están en juego contratos millonarios. El primero lo ganó la semana pasada la empresa panameña Constructora Urbana, que excavará 6,7 kilómetros para las esclusas del lado del Pacífico. Además de las obras del Canal --que empezarán este año y tienen que estar acabadas en el 2014--, Panamá está construyendo varios puertos, centros turísticos y está rehabilitando la bahía de la capital, convertida en un pequeño Manhattan.