Ni antes de ser presidente, ni después del atentado. José Luis Rodríguez Zapatero negó ayer rotundamente haber mantenido contacto con ETA desde que la banda rompió el proceso de paz con el atentado de Barajas. "Un dislate". Así calificó las informaciones que algunos medios han publicado en los últimos días sobre presuntas reuniones del Gobierno y la banda justo antes de esta campaña electoral. "Es radicalmente falso", añadió sobre la noticia del diario aberzale Gara referente a contactos PSOE-ETA en la etapa de Zapatero como secretario general.

Zapatero quiso ser escrupuloso en sus desmentidos. Por eso precisó dos fases: cuando tomó las riendas del PSOE, en el 2000, y una vez en la Moncloa. En los años que estuvo en la oposición, explicó, "es absolutamente falso que el PSOE autorizara, promoviera, conociera o tuviera relación, no ya con ETA, sino con Batasuna". El presidente rememoró que aquella época la pasó "llorando" a las víctimas que provocaba la banda y apoyando al Gobierno de José María Aznar en cuantas medidas adoptaba para acabar con ETA, "incluida la ley de partidos y la ilegalización de Batasuna". Una vez en la Moncloa, admitió las conocidas reuniones con los terroristas durante el proceso de paz. "No ha habido ningún diálogo" desde que la banda mató a dos personas con una tremenda bomba en Barajas, dijo.

El presidente mostró una "profunda tristeza" por la utilización que ha hecho el PP de esas noticias "interesadas" difundidas por Gara , un diario que, recordó, sostiene que el Estado tortura a los presos terroristas. "A nadie con buena fe le cabe en la cabeza que alguien que promueve el pacto anti-ETA" esté al mismo tiempo negociando con la banda. "Sería una locura absoluta. Ni se me pasó por la cabeza ni tuve jamás esa hipótesis", remató. "¿Por qué creen a Gara en lugar de a los que estábamos con ellos contra ETA?", se preguntó.

MAXIMA PRUDENCIA En un almuerzo con la prensa que sigue su campaña electoral, Zapatero reconoció que el Gobierno tiene información sobre el estado de la banda terrorista "en cada momento" --"es nuestra obligación", destacó--, pero se mostró tan prudente a la hora de compartirla que dudó incluso de su deber de trasladarla a Mariano Rajoy en la reunión que pretende mantener con él en la Moncloa "inmediatamente después del 27-M". Insistió en la idea que trasladó a los cargos socialistas vascos hace unos días en Vitoria de que la lucha antiterrorista atravesará momentos "muy difíciles" en el futuro. Sin embargo, exigió "mucha prudencia" a quienes "dicen saber" de terrorismo y publican informaciones que "ponen en juego" la eficacia de las fuerzas de seguridad.