"La UE se creó no para hacer negocios, sino para defender los derechos humanos y la democracia", le dijo ayer la portavoz de Unión Progreso y Democracia (UPD), Rosa Díez, al presidente del Gobierno. Con ese argumento, la diputada reclamó a José Luis Rodríguez Zapatero que utilice el poder de los Veintisiete para presionar al Ejecutivo de Marruecos en el caso Haidar y consiga suspender la negociación del estatuto de asociación entre Bruselas y Rabat.

La situación de la activista saharaui copó ayer buena parte de las preguntas de la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. A la petición de Díez, Zapatero respondió con un tajante no, porque, a su juicio, la solución necesita de "acercamiento, integración y no de una política de aislamiento o separación". El jefe del Ejecutivo dijo que esa es también la opinión de los líderes europeos, con los que pudo hablar del asunto la semana pasada durante el Consejo Europeo.

Ante las críticas de la mayoría de las fuerzas políticas por los nulos avances en la situación de Haidar --que hoy cumple ya 32 días en huelga de hambre--, Zapatero mostró su confianza de que la solución llegará "rápidamente" y será favorable. "Esperemos que se pueda resolver y triunfe la sensatez, la buena tarea diplomática y el esfuerzo político", afirmó frente a los ataques de Díez, Joan Herrera (ICV) y Uxue Barkos (Nafarroa Bai).

LOS "SILENCIOS" DEL EJECUTIVO Barkos aprovechó su pregunta en la sesión para censurar "los silencios" del Ejecutivo. "Hay que exigir a Marruecos o se es cómplice", afirmó la diputada. El presidente del Gobierno consideró "injustas" las críticas que se están haciendo a las gestiones encabezadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. "España ha reaccionado como un país solidario y de acogida", respondió.

Precisamente ayer, Moratinos, durante el Consejo de Política Exterior del PSOE, defendió que la solución al problema del Sáhara Occidental pasa por la libre autodeterminación. En su intervención, el titular de Exteriores recordó que "muchos socialistas" han trabajado "con valor, entrega y compromiso" para encontrar "una solución justa y definitiva" para esta región. "Desde el partido y el Gobierno no podemos dejar que nos lo arrebaten, en ningún caso, ni siquiera en el caso de la ciudadana Haidar. No podemos compartir que nadie nos arrebate nuestro compromiso en favor de la paz, de una solución justa", proclamó. No obstante, también fue claro sobre la relación que el Ejecutivo quiere mantener con el reino alauí: "Deseamos tener muy buenas relaciones con Marruecos", zanjó.

Desde Rabat también hizo declaraciones el rey Mohamed VI. El monarca alauí aseguró que su país está comprometido con el proceso iniciado en el marco de la ONU para resolver el contencioso del Sáhara Occidental, pero insistió en que cualquier arreglo debe hacerse sobre la base del plan de autonomía propuesto para las provincias del sur.

"CHANTAJE" DE HAIDAR Sobre el caso de Aminetu Haidar, el ministro de Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri, insistió en que Rabat no puede "ceder a este chantaje". "Esta mujer solo tiene un objetivo: regresar a El Aaiún clamando que no es marroquí, y eso es inaceptable", declaró a Le Monde el ministro, insistiendo en que Haidar es un instrumento del Frente Polisario y Argelia.

"No es coincidencia que se haya lanzado a esta huelga de hambre cuando estamos discutiendo la fecha y el lugar de un segundo encuentro informal" entre Marruecos, el Frente Polisario y Argelia, añadió, acusando al Polisario de querer convertir a la activista en "una mártir".