El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que el Ejecutivo no cree conveniente dar "más pasos" en el proceso de reforma de la Constitución de 1978 ante la falta de acuerdo con el PP, partido imprescindible para sacar adelante la reforma constitucional. En respuesta al senador de Coalición Canaria José Mendoza Cabrera en la sesión de control en la Cámara Alta, Zapatero reconoció que en estos momentos de la legislatura existe un "terreno muy difícil" para sellar consensos con el PP por lo que "no parece que el Gobierno deba dar más pasos para ir a una reforma que no se pueda concluir".

"No valoro quién tenga razón o quién tenga más o menos responsabilidad en la materia", aseguró el jefe del Gobierno, quien a renglón seguido rechazó que la anunciada reforma constitucional pueda servir para "elevar el tono" de la discrepancia política "de la que ya tenemos un volumen suficiente". Tras recordar que la reforma de la Constitución no fue un compromiso electoral del PSOE sino un "objetivo político" para esta legislatura, Rodríguez Zapatero insistió en que la anunciada reforma no depende únicamente del Ejecutivo, sino también de la voluntad de acuerdo del resto de fuerzas políticas y en especial del PP.

Explicó además que durante sus tres años de Gobierno se ha avanzado en esta reforma que tiene como punto "más relevante" la modernización del Senado para convertirlo en una institución "aún más útil, aunque ya lo es, desde mi punto de vista". No obstante, el presidente del Gobierno no cerró la puerta a que en la Cámara Alta, "siendo el objeto principal de la reforma", se mantenga el diálogo entre las fuerzas políticas, aunque no se llegue a un consenso antes del final de la legislatura y "sin prejuzgar" el resultado final de las conversaciones.