José Luis Rodríguez Zapatero defendió ayer la necesidad de reformar la financiación autonómica para mejorar la sanidad y la educación públicas de los ciudadanos, "vivan donde vivan". "No es un debate entre territorios, sino para las personas", afirmó el jefe del Ejecutivo después de semanas de declaraciones destempladas entre los barones socialistas. Además, pidió "abordar ya" ese crítico momento pese a la demora que reclamaron el andaluz Manuel Chaves y el expresidente Felipe González.

Zapatero justificó la obligación de modificar el reparto del dinero de las arcas del Estado para poder dar los servicios adecuados a las comunidades, y subrayó, en un guiño al presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, que es a las áreas de sanidad y educación a las que los gobiernos autonómicos dedican el grueso del gasto. "Tienen necesidades distintas y a todas vamos a intentar atender y dar respuesta", aseguró.

El jefe del Ejecutivo dijo que se tendrán en cuenta las "circunstancias diferentes" de cada región: no es lo mismo, enumeró, la autonomía que tiene a los ciudadanos concentrados en núcleos urbanos, la que la tiene diseminada por todo el territorio, la que tiene inmigración...

Zapatero se mostró convencido de que, pese a las dificultades y de que cada autonomía intentará salir beneficiada, habrá acuerdo y de que las comunidades gobernadas por el PP "colaborarán". Durante el debate, afirmó, el Gobierno tendrá en cuenta tres principios: la cohesión territorial, la solidaridad y la suficiencia financiera del Estado, que será responsable en cualquier caso de al menos el 50% del gasto público total.

EN VIGOR EN EL 2009 El jefe del Ejecutivo hizo estas reflexiones durante una rueda de prensa celebrada con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, ayer por la tarde, horas después de que defendiera la urgencia de la reforma de la negociación ante el comité ejecutivo federal del PSOE, con el fin de que entre en vigor a lo largo del 2009.

La cúpula socialista respaldó por unanimidad a Zapatero, según aseguró el secretario de organización, José Blanco. Según explicó, durante la ejecutiva, Chaves consideró que "la principal preocupación" del Gobierno debe ser afrontar las consecuencias de la desaceleración, aunque añadió --según Blanco-- que "entiende" que es compatible con "abordar la financiación autonómica".

Por otro lado, la ponencia del congreso del PSOE que se celebrará el próximo mes de julio refleja el endurecimiento del partido frente al tema de la inmigración. El documento recoge que, "antes de la llegada de los inmigrantes", la sociedad española "desconocía incumplimientos demasiado importantes". El texto aboga por crear "nuevos procedimientos" ante el fenómeno de la inmigración.