La negociación con ETA puede estar a la vuelta de la esquina. José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer que "antes del verano" solicitará al Parlamento la autorización para iniciar las negociaciones si el Gobierno constata que el alto el fuego permanente decretado por la banda el miércoles pasado es la "antesala del alto el fuego definitivo".

El presidente hizo el anuncio en una conferencia de prensa al término del Consejo Europeo de primavera, horas después de que entrara en vigor, la medianoche del jueves, el alto el fuego de la organización terrorista. A la pregunta de si condicionará su comparecencia ante el Congreso a que ETA renuncie también a la extorsión de empresarios, Zapatero señaló que el Gobierno tiene "medios suficientes" para "verificar" el alcance de la decisión de la banda terrorista.

DOS ESPACIOS El jefe del Ejecutivo admitió el propósito de establecer dos vías distintas de negociación --una para acordar la agenda de la disolución de ETA y otra para debatir el futuro del País Vasco--, al afirmar que, en el proceso, "el final de la violencia tendrá su espacio, y la política, el suyo". Sin embargo, en alusión a la decisión del lendakari, Juan José Ibarretxe, de convocar para después del verano una mesa de partidos vascos, Zapatero recalcó que los tiempos los marca el Gobierno central.

A Batasuna, formación ilegalizada en España e incluida en la lista de organizaciones terroristas de la UE, le abrió las puertas para retornar a la escena política, siempre que rechace la violencia. "La democracia tiene siempre esa enorme capacidad integradora", dijo.

Zapatero invocó el periodo de la transición de la dictadura a la democracia para ilustrar el espíritu que, a su juicio, debe animar a los partidos y a la sociedad ante un proceso de paz, que exigirá la adopción de decisiones a veces difíciles y dolorosas. "Nuestro país ha demostrado una enorme capacidad para mirar adelante. Lo hizo en la transición y lo hará con todos los ciudadanos que quieran cumplir con la ley y la palabra", dijo.

El presidente expresó su satisfacción por las muestras de apoyo y solidaridad que le brindaron los líderes europeos ante el nuevo periodo que se abre en España tras el alto el fuego y agradeció de modo "muy singular" la colaboración de los Ejecutivos de Francia, Reino Unido e Irlanda.

INFORMACION "UTIL" Dijo que el Gobierno español ha intercambiado "opiniones e información" con los dos últimos por la experiencia que tienen sus países en la lucha contra el terrorismo y en el desarrollo de un proceso de paz. Señaló Zapatero que sus colegas británico, Tony Blair, e irlandés, Bertie Ahern, le reiteraron ayer mismo su colaboración ante el proceso que se avecina. Una colaboración que pronosticó "útil", aunque no concretó en qué medida la experiencia de pacificación de Irlanda del Norte puede servir de modelo para el caso de Euskadi.

En relación con la ronda de contactos que prevé realizar con los distintos líderes políticos, el presidente anunció que se reunirá con Ibarretxe "probablemente la otra semana", después del encuentro que mantendrá en la Moncloa con el líder del PP, Mariano Rajoy. Dijo que hablará con el lendakari sobre la "cooperación" entre los Ejecutivos central y vasco, y expresó su "plena confianza" en el Ejecutivo de Vitoria "para que este proceso termine como todos deseamos".

"TIEMPO AL TIEMPO" Pese a fijar para antes del verano la autorización del Congreso para acometer el proceso de paz, Zapatero insistió en la necesidad de mantener la calma. "Hay un infinito deseo de todos los españoles que se sienten razonablemente esperanzados para que se hagan las cosas deprisa, pero demos tiempo al tiempo", manifestó.

Zapatero se escudó en el respeto a las decisiones judiciales para no pronunciarse sobre el posible encarcelamiento del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, ni sobre la invitación que el fiscal del Estado, Cándido Conde-Pumpido, hizo a los jueces para que tengan en cuenta la nueva situación política. "El proceso es de largo alcance y exige cautela y prudencia en cada palabra y cada acto, y esa cautela la tiene que tener en primer lugar el presidente del Gobierno", advirtió.

Un elemento útil para verificar la sinceridad del alto el fuego será el próximo comunicado de ETA. El Gobierno lo espera en torno al 16 de abril, con motivo del Aberri Eguna o Día de la Patria Vasca, e intuye que tendrá una fuerte carga política. La fuerzas de seguridad vaticinan que el documento intentará justificar la trayectoria criminal de la banda y los motivos de la tregua.

La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, por su parte, recordó ayer a la banda terrorista que el alto el fuego debe acarrear "el fin de todo tipo de violencia, terror, chantaje y extorsión".