El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viajará mañana a Seúl para participar en una nueva cumbre del G-20, en la que instará a los líderes de las potencias económicas mundiales a convertir la creación de puestos de trabajo en una prioridad en la lucha contra la crisis. En la cumbre, que se celebrará el jueves y el viernes, se revisarán las estrategias que han seguido los diferentes países para sentar las bases de un crecimiento sostenible, se culminará la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y se adoptarán normas más estrictas para las entidades financieras, el denominado acuerdo de Basilea III. Tras recibir la invitación para Seúl, el Gobierno considera que ya se ha consolidad la participación de España en el G-20, grupo que reúne a las potencias económicas y a los principales países emergentes. Los indicadores y las reformas españolas serán analizadas como las del resto de los miembros del grupo y Zapatero presentará en la cumbre diez propuestas concretas, entre las que fuentes del Ejecutivo destacan la apuesta por recuperar los empleos perdidos durante la crisis. Según las estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y el FMI, la crisis ha generado 30 millones de parados, elevando la cifra mundial de personas sin trabajo a los 210 millones. Previsiblemente, uno de los ejes de la cumbre será la guerra de divisas, después de que la Reserva Federal de EEUU decidiera inyectar hasta 600.000 millones de dólares en la economía para estimular su crecimiento. En opinión del Gobierno, esta decisión no viola el acuerdo alcanzado por los ministros de Finanzas del G-20 para evitar las devaluaciones competitivas, pero el presidente del Eurogrupo, Jean-Claud Juncker, criticó ayer la medida al considerarla "arriesgada" para el resto del mundo. Junto al análisis del nuevo marco de crecimiento, en la cumbre se dará luz verde a la reforma del FMI para paliar la infrarrepresentación de los países emergentes. España será prácticamente el único país desarrollado que gana peso en la institución, ya que elevará del 1,4 al 2 por ciento su cuota en este organismo. El tercer eje de la cumbre será la reforma del sistema financiero basada en el acuerdo Basilea III, que aumentará los requisitos de capital de las entidades bancarias para hacer frente a crisis futuras. Se trata, según destacan las fuentes del Ejecutivo, de un modelo similar a los "colchones anticíclicos de capital de los que España es un ejemplo", una fórmula que ha permitido a los bancos españoles sortear la crisis en mejores condiciones que otros países. Según el acuerdo alcanzado, que se aplicará de manera progresiva entre 2013 y 2019 para no entorpecer la recuperación económica, las reservas sobre el total de activos de las entidades que presten dinero deberán aumentar del 4 al 6 por ciento, y a los bancos se les exigirá además reservas adicionales de emergencia del 2,5 por ciento para evitar usar dinero público en futuras crisis. Antes de comenzar la reunión del G-20 el jueves, Zapatero presidirá una de las mesas de trabajo de la cumbre empresarial que acogerá Seúl de forma paralela. Los presidentes de Repsol, Antonio Brufau, Acciona, José Manuel Entrecanales, Telefónica, César Alierta, Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, Ferrovial, Rafael del Pino, y del BBVA, Francisco González, acompañarán en esa cita a Zapatero, que presentará después al G-20 las conclusiones del debate empresarial sobre el "crecimiento verde". Ese mismo día Zapatero participará en una reunión del Grupo de impulsores de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas organizada en la Asamblea Nacional Coreana y se reunirá con el rector de la Universidad Hankuk, centro que posee una de las mejores cátedras de filología hispánica de todo Oriente.