El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, emplazó ayer "a los que dicen palabras gruesas cada día", en referencia a Arnaldo Otegi y a otros dirigentes de la izquierda aberzale, a que "trabajen en favor del proceso de paz como hace el Gobierno". Horas antes, en el cruce de declaraciones habitual entre el Ejecutivo español y Batasuna, el propio Otegi había trasladado al PSOE la responsabilidad de la actual situación de colapso en la que se encuentran las negociaciones del proceso de paz.

Desde Bruselas, donde asistió a la cumbre europea, Zapatero respondía a Otegi diciendo que el proceso de paz estaba en una situación "insalvable" y en "vía muerta". Tras aclarar que no solía comentar declaraciones, Zapatero repitió que el proceso de pacificación de Euskadi "exige calma, hacer las cosas bien y dar pasos firmes y sólidos". Valoró los más de tres años sin muertos y los casi nueve meses de alto el fuego de ETA porque son "datos que no han variado".

El presidente del Gobierno se remitió también a lo que afirmó el miércoles en el Congreso de los Diputados sobre el proceso. "Confirmo las expectativas", dijo Zapatero. "El proceso de paz no permite la ansiedad, y lo que exige es trabajar con calma y con serenidad", remachó.

CONCENTRACION EN BILBAO Otegi advirtió de que es la actitud de Zapatero y de su Gobierno la que hace " inviable" el proceso de paz. Durante una concentración ante la sede del Partido Socialista de Euskadi (PSE) en Bilbao, emplazó a los socialistas a que hagan "los esfuerzos que tienen que hacer" para posibilitar una solución democrática.

Aunque el pesimismo domina los mensajes diarios de Batasuna, tanto los públicos como los que dirige a los suyos en privado, Otegi reafirmó ayer la voluntad de la izquierda aberzale a favor del proceso. Arropado por cualificados dirigentes de la formación --como Pernando Barrena, Rufi Etxebarria, Mikel Zubimendi, Joseba Permach o Jone Goirizelaia--, insistió en que no se puede avanzar en el final dialogado si la izquierda aberzale "no es respetada".

Mientras Otegi se concentraba ante la sede socialista en Bilbao, los dirigentes del PSE participaban en Vitoria en la sesión del Parlamento vasco que oficializó el acuerdo entre el Gobierno de Ibarretxe y los socialistas sobre los presupuestos para el 2007.

La negociación se cerró a última hora del jueves y permite al Ejecutivo vasco salvar la minoría en la que se encuentra. Tanto la vicelendakari, Idoia Zenarruzabeitia (PNV), como el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, se felicitaron por el acuerdo como expresión de un "nuevo tiempo" en el que el entendimiento sustituye a la confrontación.

"CONSTRUIR NACION" La entente estaba anunciada desde que el PNV respaldó las cuentas de Zapatero. Josu Jon Imaz lo reconoció ayer al asegurar que se trata de una apuesta por la "estabilidad de las instituciones". El presidente del PNV también precisó que esa es la forma de "construir nación". Imaz evitó hablar sobre los continuos avisos de la izquierda aberzale sobre el peligroso momento que vive el proceso de paz vasco.

Sin embargo, Otegi sostuvo que el acuerdo de presupuestos traslada al terreno económico "el modelo" de pacto entre peneuvistas y socialistas sobre el final dialogado de la violencia.