"Pido la mayor participación de la historia de la democracia para demostrar a quienes quieren que la gente se quede en su casa que este es un país digno, libre, donde la gente hace lo que quiere con su voto". José Luis Rodríguez Zapatero formuló ayer esta llamada al trascender que un dirigente del PP había declarado al Financial Times que los populares están "sembrando dudas sobre la economía, la inmigración y los temas nacionalistas" para que los socialistas indecisos se queden en casa el 9-M.

"Se les ha visto el plumero. No pueden ganar porque no confían en sí mismos y quieren meter miedo para que la gente se abstenga. ¡Vaya patriotas!", clamó el presidente del Gobierno y líder del PSOE ante 12.000 fieles que abarrotaban el palacio de deportes de Murcia, por donde Rajoy pasó la víspera.

"LEGALIDAD" Frente a la estrategia de los populares, Zapatero defendió la solidez de la economía, acompañando sus argumentos con burlas a Manuel Pizarro, y alegó que España está más fuerte que nunca. Y reiteró, con más firmeza que en otros mítines, su defensa de los inmigrantes, pese a hallarse en una comunidad que ha vivido algunos conflictos por este fenómeno. La novedad es que recordó que los extranjeros deben trabajar legalmente.

Señalando a unos ciudadanos del Africa subsahariana que se hallaban entre el público, dijo: "Ellos tienen derecho a vivir, a trabajar, legalmente, sí, claro, a tener esperanza". El presidente acusó a los populares de "alentar las peores pasiones" y tratar a los extranjeros "como mercancías". "Son los mismos que luego van a misa los domingos. ¿Cabe más hipocresía?", dijo. El público, de pie, aplaudía enfervorizado.

DEFENSA DE GONZALEZ Otro momento que enardeció al auditorio ocurrió cuando Zapatero agradeció a Felipe González que "sudara la camiseta" por el partido. Dijo que el expresidente, tras "recibir durante años insultos de la derecha", ha sido requerido para diseñar el futuro de la Unión Europea. No hizo referencia a que González llamara "imbécil" a Rajoy.

Zapatero se refirió, además, a otro tema de alta sensibilidad en Murcia: el agua. Acusó al PP de "vender trasvases trampa" y reiteró su compromiso de financiar proyectos de regadío y de desalinización como alternativa del trasvase del Ebro. Argumentó que, de esa forma, Murcia y Valencia tendrán "autonomía" en la gestión de sus recursos de agua. El público respondió con una fuerte ovación. Antes de su intervención, en la que también pidió apoyo a los que votan por vez primera, el presidente recibió un ramo de rosas de una niña, con la que dio unos pasos por el escenario tomados de la mano. Fue inevitable evocar a la famosa niña de Rajoy .

Antes habló el ministro de Justicia y cabeza de lista por Murcia, Mariano Fernández Bermejo, quien se reveló como un mitinero, a juzgar por las pasiones que desató en el público. Acusó a los populares de ser los "herederos" de la "España negra" y defendió "la España sin dogmas, la de la Constitución".

La campaña electoral llegó ayer a su ecuador, y con ese motivo el equipo asesor de Zapatero ha hecho balance en el cuartel de campaña de Gobelas. El resultado, según explicó un portavoz socialista, es positivo por tres motivos fundamentales: se ha conseguido movilizar a la opinión pública cara a los comicios; se ha constatado que una "amplísima mayoría" quiere que gane el PSOE, y se ha impuesto una campaña "bipolar" entre Zapatero y Rajoy. El nubarrón que empaña el optimismo socialista es la falta de garantías de que su victoria será suficiente para "gobernar sin hipotecas".